BAGDAD.- Condoleezza Rice efectuó este sábado una visita sorpresa a Bagdad para apoyar el plan de seguridad irakí-estadounidense que acaba de lanzarse, mientras las autoridades iraquíes se referían ya a éxitos "espectaculares" de descenso de la violencia.
Este plan, que genera "nuevas esperanzas", tiene que "aumentar en fuerza poco a poco", declaró, prudente, la secretaria de Estado a los periodistas.
Rice, que llegó poco antes de las doce hora local añadió que el compromiso del gobierno iraquí con esta nueva ofensiva antiterrorista era "muy impresionante".
De todos modos, la secretaria de Estado insistió en la necesidad de "progresos" en la reconciliación política entre chiitas -mayoritarios en el país y el gobierno- y sunitas, apartados del poder tras la caída del régimen de Saddam Hussein.
Sin un proceso "intensamente político", repitió Rice, el despliegue de fuerzas en la capital y sus alrededores no pondrá fin durablemente a la violencia.
"Vendrán malos días para el plan de seguridad (...) y la verdadera prueba consistirá en mantenerse firme" en esta dirección, recalcó la responsable estadounidense. La secretaria de Estado se encargó de transmitir este mensaje en un almuerzo con el presidente iraquí, Jalal Talabani, y el primer ministro, Nuri al Maliki.
Durante la recepción, Maliki, que la víspera había declarado que los primeros resultados del plan eran "espectaculares", afirmó que "daban sus frutos", sobre todo por el regreso a sus casas de familias desplazadas por las violencias entre chiitas y sunitas, según un comunicado gubernamental.
En este comunicado, se detalla que 107 familias han vuelto a su domicilio de la localidad de Madain, en la periferia de Bagdad.
El comando militar iraquí encargado del plan se pronunció en la misma línea. "Las acciones terroristas (en Bagdad) han disminuido en un 80%", aseguró su portavoz, Qassim Atta al Mussawi.
Según Mussawi, la morgue "sólo ha recibido 20 cadáveres" de víctimas no identificadas en las últimas 48 horas, con respecto a las 40 a 50 por día hace unas semanas.
Además, se ha hecho pública la detención de 140 personas que estaban siendo buscadas.
Este primer balance se presenta sólo tres días después del lanzamiento oficial por las autoridades iraquíes del plan en la capital, que prevé el despliegue de 85.000 hombres en la ciudad antes del mes de mayo, con 50.000 soldados y policías iraquíes y 35.000 norteamericanos.
El Congreso estadounidense desautorizó simbólicamente el viernes la estrategia de George W. Bush en Irak, al adoptar una resolución no vinculante. El Senado debe pronunciarse en un debate similar este mismo sábado.
La jefa de la diplomacia estadounidense llegó a la capital poco después de que un atentado hiriera a tres policías, en el este de Bagdad, al estallar un artefacto artesanal al paso de su patrulla.
Dos horas más tarde, al menos diez personas murieron y 79 resultaron heridas en un doble atentado con coches bomba en Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, informó una fuente policial.
Por otra parte, el ejército norteamericano hizo pública la detención de 21 presuntos terroristas en operaciones "contra combatientes extranjeros y de la rama iraquí de Al Qaida".
Los responsables estadounidenses señalaron la muerte el viernes de un marine, en la provincia rebelde sunita de Al Anbar (oeste), lo que eleva a 3.127 las pérdidas de soldados y personal asimilado norteamericano desde marzo de 2003.