ISLAMABAD.- Quince personas murieron y 35 resultaron heridas hoy en un atentado en un tribunal de Quetta, sudoeste de Pakistán, dijeron fuentes locales.
Entre los muertos, según la policía del lugar, hay un juez de alto rango y seis abogados.Fuentes médicas agregaron que seis de los heridos están en "condiciones muy graves".
La policía cerró todas las zonas de acceso a la capital, Islamabad, por temor a nuevos ataques, mientras las embajadas extranjeras pidieron a su personal que limite al máximo las salidas de sus casas.
La ciudad de Quetta es considerada una de las bases operativas de los talibán afganos en el país, pero también actúa allí un grupo separatista de la minoría étnica Baluch.
"Al menos 15 personas murieron y otras 35 resultaron heridas", dijo el portavoz del ministerio del Interior paquistaní, general Javed Sheema.
"El kamikaze entró en la sala del tribunal, se acercó a un muro e hizo detonar la bomba...Encontramos una cabeza con parte del rostro intacta y pensamos que puede ser la del atacante", dijo el responsable de la policía provincial, Tariq Josa.
El ataque ocurrió mientras circulaban centenares de personas en las cercanías del tribunal, que se encuentra en un complejo de edificios donde también está la oficina policial que emite las licencias de conducir.
No queda claro por ahora quiénes pueden ser los autores de la masacre y tampoco hubo una reivindicación.
"En un primer momento sospechamos de extremistas nacionalistas, pero el ataque también podrían haberlo realizado los talibán", dijo Razaq Bugti, portavoz del gobierno de Baluchistán.
El ejército paquistaní ha comenzado en los últimos tiempos una ofensiva contra bases talibán en la frontera afgana.
El de hoy es el sexto atentado en un mes que afecta a Pakistán, entre los que se destaca uno consumado a fines de enero, cuando otro kamikaze causó 15 muertos en Peshawar.
Los ataques encienden la alarma de un "contagio talibán" en la región occidental de Pakistán, la más expuesta a las infiltraciones de milicianos islámicos de la vecina Afganistán.
Uno de los temores de las autoridades locales es que se realice en la región una suerte de "fusión" entre las antiguas reivindicaciones autonomistas de la población local con la ideología radical musulmana de los talibán, lo que, a juicio de los funcionarios, podria potenciar las acciones violentas.