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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:57
PANAMA.- Al ritmo de música salsa, reggae y reggaetón comenzó el carnaval en Panamá, la fiesta más popular del país que concluirá el próximo viernes con el entierro de la sardina, la ceremonia que da paso a la Cuaresma, los 40 días de ayuno y oración antes de la semana santa católica.
Con los panameños Match And Daddy, del popular tema "Pásame la botella", y el dúo puertorriqueño Wisin & Yandel, con "Noche de Sexo", el país se paralizó con el cierre de bancos, oficinas públicas y la mayoría de comercios y operaciones del Centro Financiero Internacional.
El Director de la Policía Rolando Mirones confirmó la movilización de 15.000 policías, como parte de una operación que incluye también a otros miles de socorristas, voluntarios y agentes del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) en 9 provincias del país.
En la capital se anunció la presentación en tarimas gratuitas -desde este sábado hasta el martes- de Tito "El Bambino", Gilberto Santa Rosa, el ministro de Turismo Rubén Blades, Bobby Valentín y decenas de artistas del reggae, la bachata y el merengue dominicano, el vallenato colombiano y la salsa puertorriqueña.
La Vía Transísmica, una de las principales de la capital, fue cerrada para convertirla en una enorme plaza para los artistas, comparsas, carros alegóricos y cientos de tiendas para la venta de comida y licor al aire libre.
Unos 200.000 panameños se movilizaron desde el viernes hacia las provincias bajo la vigilancia de la policía de carreteras, que advirtió utilizará un aparato conocido como "El Guarómetro" para sacar de circulación a los borrachos.
En el Distrito de Penonomé en la provincia de Coclé a unos 150 kilómetros al oeste de la capital se iniciaron los carnavales acuáticos donde reinas y comparsas desfilan navegando en lujosas naves preparadas para la fiesta, mientras que en Las Tablas, en la provincia de Los Santos a 300 kilómetros del país se escenifican los carnavales más concurridos y lujosos.
La televisión rompió su programación habitual para burlarse de los excesos de la fiesta del Dios Momo, de los ebrios y de las "atorrancias" (estupideces) del panameño que rompe con la formalidad para bailar y beber en la calles, mientras baila hasta el amanecer.
