BOGOTÁ.- Al menos 21 personas, de las 126 que murieron por asfixia mecánica entre 1998 y 2000 en la capital colombiana, fueron casos de hipoxia erótica, un comportamiento sexual que lleva al ahogamiento voluntario para alcanzar orgasmos.
Según el Instituto de Medicina Legal (forense), que cita hoy el diario "El Tiempo" en un artículo sobre esa conducta sexual, la cifra se obtuvo tras la revisión de las necropsias hechas en Bogotá en ese lapso.
Las víctimas, siempre hombres, fueron hallados estrangulados o ahogados en casas, hoteles y oficinas, generalmente por sus propios familiares, y en calabozos de cárceles de la ciudad.
La hipoxia es producida por la disminución de oxígeno en el cerebro, que genera un estado de semialucinación consciente, que causa suficiente placer sexual.
Considerada como una conducta parafílica tiene, según la medicina, tres características fundamentales: la insistencia, la resistencia y la dependencia, que puede llegar a poner en riesgo la vida de quien padece ese tipo de trastornos.
Por tratase de un comportamiento que lleva al límite el esfuerzo por suspender la respiración y oxigenación del cerebro, lo que ocasiona placer, se han dado casos de personas que se cuelgan de una soga para llegar al extremo de la asfixia, sin intención de morir, aunque pierden el conocimiento y terminan ahorcadas.
"El margen entre la vida y la muerte es tan sutil, que los que deciden suspenderse del suelo usando correas o lazos corren el riesgo de perder la conciencia y terminar ahorcados sin si quiera darse cuenta", dijo el jefe de la División de Investigación Científica del Instituto de Medicina Legal, Luis Alberto Ramírez.
Para las autoridades ese tipo de muertes por ahogamiento erótico es un hecho cada vez más frecuente, que por lo general se presenta entre gente joven.
Ramírez atribuye el aumento de casos a que, dado que "el placer sexual es una válvula de escape, de liberación de las tensiones humanas" por las "grandes y difíciles condiciones" que impone la vida en el país, la gente "pareciera explorar caminos, entre los cuales está su propia sexualidad".
Según el matutino, al anfiteatro de Medicina Legal de la capital colombiana han llegado cadáveres de personas asfixiadas por bolsas plásticas y con anillos en los genitales.
La práctica de esa conducta es más habitual en las grandes urbes, en donde el nivel de ingreso de la población es más alto y la búsqueda de experiencias extremas y costosas es mayor.La muerte de una pareja por hipoxia puede llevar al sobreviviente de la relación a la cárcel por homicidio.