MADRID.- El marroquí Jamal Zougam condenó hoy los atentados del 11 de marzo del 2004 contra trenes en Madrid, en los que dijo que no participó, y sugirió que se le estaba juzgando por no colaborar con los servicios secretos españoles en el pasado.
Zougam, presunto autor material de los ataques, abrió la segunda semana del juicio por los atentados contestando únicamente a las preguntas de su abogado, tras negarse a responder a las realizadas por las acusaciones particulares, pese a que sí lo hizo el pasado viernes.
"Condeno este atentado rotundamente y no estoy de acuerdo con este atentado y con que se acabe con la vida de personas inocentes por motivos religiosos, políticos u otros", dijo Zougam.
En su declaración negó pertenecer a Al Qaeda o al grupo vasco ETA y aseguró que a la hora de las explosiones estaba durmiendo.
Dijo que si hay testigos que lo han reconocido es porque vieron su fotografía en los medios de comunicación.
Tras Zougam, tienen previsto declarar el lunes en el juicio los otros dos acusados de ser autores materiales, los también marroquíes Basel Ghayoun y Abdelmajid Bouchar.
El juicio, uno de los mayores por terrorismo en Europa, comenzó el jueves con el testimonio de Rabei Osman el Sayed Ahmed, conocido como "El Egipcio", y siguió el viernes con el de Youssef Belhadj, supuesto responsable del ala militar de un grupo vinculado con Al Qaeda.
También se presentó Hassan el Haski, supuesto máximo responsable del Grupo Islámico Combatiente Marroquí.
Los tres están considerados por la fiscalía como presuntos autores intelectuales de los mortales ataques junto con Serhane ben Abdelmajid Faked, alias "El Tunecino", uno de los sospechosos que se inmolaron en un piso de Leganés semanas después de los atentados.
Pero en sus testimonios, realizados en árabe y sólo en respuesta a preguntas de sus abogados, negaron cualquier participación en los atentados en que murieron 191 personas y más de 1.800 resultaron heridas.
Decenas de abogados y víctimas han llenado estos días la sala especial de la Audiencia Nacional para escuchar el testimonio de los primeros de los 20 ciudadanos árabes y nueve españoles que se enfrentan a acusaciones que van desde asesinato terrorista al robo de dinamita en minas.
Los fiscales han pedido penas de hasta 38.000 años de cárcel.
Las sesiones, que pueden seguirse en directo en el portal jurídico, están siendo dirigidas con mano de hierro por el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia, Javier Gómez Bermúdez, que también presidió el juicio contra la considerada célula española de Al Qaeda en el 2005.