RÍO DE JANEIRO.- La celebración del Carnaval en Brasil dejó un trágico saldo de por lo menos cuatro muertos en Río de Janeiro y Pará (norte), entre infartos y accidentes ocurridos en plenos festejos populares, informó hoy la prensa.
En Río de Janeiro, uno de los directores de la escuela de samba Mangueira, Ricardo Veloso da Silva Pintos, murió de un infarto sufrido en pleno desfile en el Sambódromo, una señora fue atropellada en Botafogo al finalizar un festejo callejero, y una persona murió al caer de un carro alegórico en Nova Friburgo.
En Barcarena, un municipio a 35 km de Belem, capital de Pará, la cantante Cinthia de Cassia Silva, de 28 años, perdió la vida tras caer de lo alto del carro en el que desfilaba con la banda Doce Desejo. Su familia ya anunció que demandará a los organizadores ante la justicia por la tragedia.
En el Sambódromo carioca, Silva Pintos se sintió mal en la mitad del primer desfile, en la madrugada del lunes fue atendido en un puesto de emergencia, pero su corazón no resistió y murió pese a los esfuerzos médicos.
En Botafogo, zona sur de Río, la analista de sistemas Jaqueline dos Santos Alves, de 41 años, fue atropellada por un automóvil, cuando terminaba el desfille callejero del bloque (conjunto popular) Empolga as Nove.
Jaqueline, que falleció en el acto, estaba acompañada por su hija Maria, de 8 años, y su madre, Francisca, de 68 años, pero ninguna de ellas resultó lesionada. El conductor del automóvil, responsable del atropellamiento, huyó de la escena del accidente.
En Nova Friburgo (en la Región Serrana, interior del estado de Río de Janeiro), la parte superior de un carro alegórico de una escuela de samba, durante el desfile carnavalesco, se enredó en un cable de alta tensión y seis personas cayeron de lo alto del vehículo.
Entre ellas, una persona -cuya identidad no fue revelada- murió por el impacto, y otras cinco quedaron heridas, dos en estado grave. La policía anunció que investiga el accidente.
Finalmente, en Sao Gonçalo, también en el interior de Río de Janeiro, Fabricio de Almeida da Silva, 19 años, se debate entre la vida y la muerte, después de recibir un balazo en la cabeza durante una trifulca en un baile de Carnaval.
Como consecuencia del tiroteo, Talita Machado da Silva, de 13 años, también fue herida en una pierna durante la confusión. La policía investiga el incidente.