WELLINGTON.- El ballenero japonés, varado desde hace más de una semana en las costas del océano Antártico a causa de un incendio, reanudó su actividad, informaron hoy medios neozelandeses, citando al buque de Greenpeace "Esperanza".
El barco de la organización ecologista se había situado cerca del ballenero "Nisshin Maru" para observar su actividad y ofreció a los japoneses ayuda para remolcar la embarcación, pero éstos la rechazaron.
El incendio en el "Nisshin Maru" causó la muerte de un tripulante.
Karli Thomas, directora de la expedición de Greenpeace a bordo del "Esperanza", declaró hoy que si los japoneses "desaparecen de las aguas antárticas, ellos los acompañarán y les ofrecerán todo su apoyo. Pero si reanudan la caza de ballenas, volveremos a emprender acciones pacíficas para detener las capturas".
Tras conocerse la noticia de la avería, el gobierno de Wellington instó a los propietarios japoneses del buque a alejar la nave madre de la flota, de la costa antártica mediante remolcadores y sacarlo lo antes posible de las aguas. Cerca vive una de las mayores colonias del mundo de pingüinos Adelie.
El buque "Nisshin Maru" forma parte de la flota ballenera japonesa, que -pese a la protestas internacionales- también este año ha ido a la caza de ballenas de la especie Rorcual Aliblanco (minke) para "fines científicos".