MANAGUA.- La Procuraduría indicó en un comunicado que a partir de hoy entran en vigor “los efectos de nulidad” de la concesión a Pensa, subsidiaria de la canadiense Polaris Geothermal Inc. (PGI), informó hoy una fuente oficial.
La Contraloría General de la República había anulado en marzo de 2004 dicho contrato, pero Pensa interpuso un recurso de amparo que no fue admitido en octubre de 2006 por el máximo órgano judicial de Nicaragua.
La empresa tenía la exclusividad del contrato para la explotación de energía que proviene del calor de la tierra en el campo San Jacinto Tizate, ubicado al noroeste de Managua.
“Estamos dándole aplicación administrativa en el Poder Ejecutivo a una sentencia de la Corte Suprema de Justicia,” dijo a la prensa local el procurador Hernán Estrada.
La estatal Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) cedió a Pensa, en diciembre de 1999, la concesión para la explotación de energía geotérmica en la planta San Jacinto Power S.A., contrato que antes había otorgado a la empresa Intergeoterm, que renunció a la misma.
El contrato de explotación de este proyecto establecía que esa planta debería de estar generando por encima de los 50 megavatios y Pensa sólo producía en la actualidad siete megavatios.
También se estipuló que la energía la vendería al Estado a 5,95 centavos de dólar el kilovatio/hora, a cambio de que se hicieran inversiones por unos 26 millones de dólares, cosa que nunca se dio, según la resolución del ente fiscalizador.
La Procuraduría también anuló un dictamen legal emitido por el anterior procurador general de la República, Víctor Talavera, a favor de Pensa.
Los accionistas de Pensa, entre quienes se encuentra el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, Erwin Krüger, aún no se han pronunciado sobre esa decisión de la Procuraduría General de Nicaragua.
Pensa, a través de su subsidiaria, la compañía canadiense Polaris Geothermal Inc., había anunciado días atrás que incrementarían sus negocios en Nicaragua en el campo de la energía geotérmica.
Según los empresarios canadienses, invertirían unos 68 millones de dólares para generar hasta 31,4 megavatios de energía en este país centroamericano.
La empresa canadiense dice haber invertido unos 25 millones de dólares en su concesión del campo geotérmico San Jacinto Tizate.También asegura que habían firmado contratos para realizar perforaciones de pozos productores y re-inyectores, que le permitirán “triplicar” su capacidad de generación en esa planta.
Los siete megavatios de energía geotérmica que produce Pensa en la planta San Jacinto Tizate se venden a la empresa española Unión Fenosa, encargada de distribuirla en ese país.