LONDRES.- El Gobierno británico pidió hoy a la prensa que no se entrometa y deje cumplir su deber al príncipe Enrique de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión al trono, cuando sea enviado con su regimiento a Irak.
El secretario de Estado para las Fuerzas Armadas, Adam Ingram, afirmó hoy que la creciente atención de los medios de comunicación en la misión de Enrique podría afectar a su seguridad.
"Que le dejen hacer aquello para lo que él cree que se ha entrenado. Es un oficial muy bien preparado y madurará con esa misión. Que le dejen hacer su trabajo y no se centren tanto en él", declaró Ingram a la televisión ITV.
El ministro británico de Defensa, Des Browne, confirmó el pasado jueves que dos batallones del regimiento al que pertenece el príncipe, de 22 años y con rango de subteniente, se desplegarán en Irak en mayo y junio próximos.
El segundo hijo del príncipe Carlos de Inglaterra, heredero a la corona, servirá en las filas del batallón "Blues and Royals" de la Guardia Real, el regimiento más importante y antiguo del Ejército de Tierra británico.
Preguntado sobre el cometido concreto de Enrique en el país árabe, Ingram rehusó "hacer comentarios sobre su misión y el trabajo que desempeñará" el joven.
El secretario de Estado se limitó a manifestar que el príncipe "es un oficial de las Fuerzas Armadas de Su Majestad y ése es el trabajo que se le pide que haga y el que él quiere hacer".
Enrique se convertirá en el primer miembro destacado de la Familia Real en ir al frente desde la Guerra de las Malvinas, que enfrentó al Reino Unido y Argentina en 1982, cuando uno de sus tíos, el príncipe Andrés, pilotó un helicóptero de la Armada británica.
El destino de Enrique se dio a conocer un día después de que el Primer Ministro británico, Tony Blair, informase ante el Parlamento de la retirada en los próximos meses de 1.600 de los 7.100 soldados que el Reino Unido tiene estacionados en Basora.