MAR DE OMÁN.- Los F-18 despegan con pocos segundos de intervalo del portaaviones norteamericano "USS John C. Stennis", en dirección a Afganistán, para apoyar allí a las tropas de la coalición contra los talibanes.
El "Stennis" y su imponente grupo aeronaval -un total de 6.500 personas- se encuentran desde el 19 de febrero en el Mar de Omán, a unas 120 millas náuticas (unos 220 km) de las costas de Pakistán, con la misión oficial de "proporcionar un respaldo a las fuerzas terrestres que operan en Afganistán e Irak".
El almirante que comanda al grupo aeronaval, desde el portaaviones hasta los pilotos, afirma que su tarea consiste en promover "la seguridad y la estabilidad" en la región, comenzando por Afganistán e Irak, no enfrentar a Irán.
"Nosotros hemos recibido instrucciones muy explícitas, que consisten en no adoptar ante Irán una actitud que pueda conducir a una escalada", dijo el capitán de navío Bradley Johanson, que comanda el "USS John C. Stennis", al observar mientras un F/A-18F "Super Hornet" partía hacia el norte, hacia Pakistán y Afganistán.
"Ninguna actitud que pueda conducir a una escalada", insiste.
A poca distancia, en el "flight deck" (puente que sirve de pista) del portaaviones, de más de 300 metros de largo, decenas de marinos con trajes de diversos colores trabajan incansablemente para preparar el despegue del próximo caza que espera su turno con los motores encendidos.
Pero estas afirmaciones tranquilizadoras no serán suficientes para convencer a los escépticos de que la presencia del "Stennis" en el Golfo, donde ya se encuentra otro portaaviones estadounidense, el "USS Dwight D. Eisenhower", no está vinculada a la creciente tensión con Irán respecto al programa nuclear iraní.
En enero pasado, el secretario norteamericano de Defensa, Robert Gastes, había advertido que el fortalecimiento de la presencia naval de Estados Unidos en la región era un mensaje a Irán.
Por su parte, el gobierno iraní persiste en su negativa a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio a pesar del ultimátum del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que en diciembre adoptó sanciones contra la República Islámica.
El sábado, el vicepresidente norteamericano Dick Cheney declaró que permitir que Irán se dotase del arma nuclear constituiría "un error grave" y que "todas las opciones" quedaban sobre la mesa para evitarlo.
Si se produjera un ataque norteamericano contra Irán, no cabe duda de que el "USS John C. Stennis" y su grupo aeronaval, integrado por cuatro buques, incluyendo un crucero y dos destructores, desempeñarían un papel clave, teniendo en cuenta su formidable potencia de fuego, sobre todo los misiles crucero Tomahawk.
El "Stennis" transporta a 67 aviones y helicópteros, incluyendo a 44 F/A-18.
"Lo más agradable de mi trabajo es que no tengo que explicar lo que dijo el secretario de Defensa", afirma sonriendo el almirante Kevin Quinn, comandante del grupo aeronaval.
"No hay una palabra en mi misión (...) que esté relacionada con Irán", dijo. "Mi misión es estar aquí apoyando los esfuerzos de la Coalición en Afganistán (la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, dirigida por la OTAN).