BEIJING.- China puede convertirse en el principal emisor de dióxido de carbono (CO2) del mundo, por delante de Estados Unidos, en 2008, dos años antes de lo previsto, según cálculos divulgados hoy.
"Podría suceder quizás el año próximo según nuestros estudios", dijo hoy en Beijing Yang Fuqiang, vicepresidente de la Fundación para la Energía, una ONG estadounidense que da apoyo al Gobierno chino en cuestiones energéticas y contaminantes.
Según la Fundación, el próximo año China emitirá 6 gigatoneladas de dióxido de carbono -frente a las menos de 3 de la década de los años noventa-, la misma cantidad que EE.UU.
Sin embargo las emisiones de CO2 per cápita de China en 2008 representarán el 60 por ciento de las que se calcula producirán los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED) en 2030.
"El Gobierno chino va a tener que responder a muchas preguntas de la comunidad internacional y es una preocupación para ellos cómo afrontar esta cuestión", señaló Yang en un encuentro con la prensa extranjera.
Beijing planea reducir las emisiones en un 20% en 2010, cuando finalice el actual plan quinquenal, pero en 2006 la emisión de contaminantes aumentó en torno a un 1,5%.
"En 2006 no se alcanzó el objetivo, pero hay que darles tiempo", aconsejó Yang.
Otras metas
Otros dos objetivos interrelacionados son la reducción de la intensidad energética (cantidad de energía necesaria para producir un dólar de Producto Interior Bruto) en un 20% en esa fecha y aumentar la seguridad de la Tierra.
Según datos publicados hoy por el Buró Nacional de Estadísticas, la intensidad energética de China se redujo en un 1,23% en 2006.
La eficiencia energética será uno de los aspectos claves que se debatirán en el plenario anual del legislativo chino la próxima semana.
La Fundación para la Energía apoya la creación de una ley de energías renovables en el marco del legislativo chino, y Yang vaticinó que el Gobierno aplicará un impuesto sobre el combustible antes de 2010, así como una serie de políticas fiscales preferenciales para reducir el consumo de recursos.
Los tres objetivos planteados por Beijing (reducción del consumo energético, de gases contaminantes y seguridad de la Tierra) "son tres herramientas muy poderosas para afrontar el cambio climático", opinó Yang.
Sin embargo, si el crecimiento del PIB chino sigue siendo superior a un 8 o 9% (en 2006 fue de un 10,7%), "no habrá forma de reducir el consumo de energía", pronostica Yang.
Añadió que uno de los principales obstáculos para reducir en un 20% las emisiones son los gobiernos locales, ya que algunas zonas de China son tan pobres que no pueden prescindir fácilmente de estas industrias para su subsistencia.