WASHINGTON.- El Gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, quiere que los automóviles del 2010 estén sujetos a nuevos estándares de consumo de combustible, inferiores a los que están en vigor, para reducir la dependencia del país del petróleo.
La administración Bush ofreció hoy detalles al Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes sobre su propuesta para reducir el consumo de combustible en los automóviles que circulan en el país.
El gobierno ha propuesto que el estándar de consumo exija reducciones del 4 por ciento anual a partir de la cifra actual, que requiere que la flota de coches de pasajeros de los fabricantes tengan una media de consumo de 8,55 litros por cada 100 kilómetros.
La administradora de la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA), Nicole Nason, señaló que los nuevos estándares podrían estar en vigor en los modelos del 2010.
Los tres grandes fabricantes de automóviles del país, General Motors, Ford y el Grupo Chrysler, han expresado su temor a que los nuevos estándares aumenten sus costes en un momento en el que sufren graves pérdidas económicas que amenazan su futuro.
En este sentido, el representante republicano Fred Upton dijo que estima que la propuesta de Bush le costará al sector 100.000 millones de dólares y añadirá costos de 2.000 dólares por vehículo.
Pero Nason rechazó estas cifras aunque admitió que su agencia no ha realizado estudios exhaustivos sobre lo que representará para el sector.
Nason señaló que algunos fabricantes tienen más difícil que otros cumplir con los estándares propuestos.
Por su parte, el demócrata John Dingell solicitó que el sistema para regular el consumo de combustible debería también considerar la naturaleza del combustible o los gases con efecto invernadero que generan ante la creciente preocupación sobre el impacto de las actividades humanas en el calentamiento global.