Lula da Silva dice que no hay solución rápida al aumento de violencia

BRASILIA.- El Presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo hoy que no ve una solución rápida a la ola de violencia criminal que atraviesa el país y atribuyó el problema al fracaso de las políticas de los gobiernos anteriores.

Lula realizó sus declaraciones un día después del asesinato de tres trabajadores de ayuda franceses, el que se suma a la lista de cruentos crímenes en Río de Janeiro y a la publicación de un estudio que dice que la violencia era mucho mayor en los pequeños pueblo rurales.

"No hay una solución rápida", dijo Lula a periodistas durante una visita al estado de Pernambuco. "Hay muchas partes culpables y muchas causas", agregó.

Sus comentarios fueron transmitidos por la televisión nacional.

La violencia a azotado a Brasil desde hace mucho, fomentada por la gran brecha que existe entre ricos y pobres. Sin embargo, el fenómeno que comenzó en diciembre con ataques a buses y estaciones de la policía en Río de Janeiro ha vuelto a concentrar la atención nacional.

Casi diariamente se reportan enfrentamientos a disparos entre narcotraficantes, la policía y patrullas ciudadanas en Río, pese al despliegue de las fuerzas especiales de la policía. También hay secuestros, asesinatos y robos en todo el país.

Congreso toma parte

El Congreso se involucró este mes, después de que delincuentes en un vehículo robado atropellaron a un niño de 6 años en Río, provocando su muerte. Ambas cámaras del Parlamento abrieron debates sobre si reducir desde 18 a 16 años la edad en que un sospechoso puede ser arrestado y juzgado como un adulto.

Lula se ha manifestado en contra de un trato más duro para los adolescentes en varias oportunidades. "Nuestros jóvenes son víctimas de errores pasados", sostuvo el miércoles.

La solución debe venir de la inversión para entregar empleos y educación, declaró Lula, quien surgió de la pobreza para convertirse en el líder del país más grande de América Latina.

Brasil tiene la cuarta mayor tasa de asesinatos del mundo, después de Colombia, Rusia y Venezuela, según un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

El nuevo sondeo de la OEI publicado el martes mostró que las tasas de asesinatos en las ciudades pequeñas superaba a la de las metrópolis como Río, Sao Paulo y Recife, capital de Pernambuco.