COPENHAGUE.- Mas de 200 personas fueron detenidas anoche en Copenhague durante los graves disturbios registrados en la ciudad tras el desalojo de un club juvenil, ocupado ilegalmente por radicales que se enfrentaron violentamente con la policía.
Un portavoz municipal informó hoy de que los jóvenes ocupas incendiaron vehículos y contenedores de basura, levantaron barricadas en varios puntos de la ciudad y se enfrentaron a los agentes del orden a pedradas y botellazos.
La policía empleó gases lacrimógenos y porras para disolver a los radicales que provocaron disturbios durante toda la madrugada y hasta primeras horas de la mañana de hoy.
Las autoridades destacaron que la cifra exacta de detenidos se eleva a 219, entre ellos varios jóvenes radicales, entre ellos nueve 9 alemanes, y que en los desórdenes hubo 5 heridos.
Varias calles del barrio de Norrebro, donde está el club desalojado, así como el Estado Libre de Cristiania, el complejo urbano en el centro de Copenhague que alberga una gran comuna anarquista, aparecen esta mañana como un campo de batalla con numerosos vehículos calcinados y restos de barricadas incendiadas.
Desalojo provocó el malestar
Los disturbios se iniciaron al término de una manifestación no autorizada en la que participaron unos 500 jóvenes para protestar contra el desalojo del club "Ungdomshuset" en un edificio ocupado de manera ilegal.
Los sucesos de Copenhague dieron lugar a manifestaciones espontáneas de simpatía en las ciudades alemanas de Hanover y Hamburgo.
Mientras en la primera localidad se celebró una marcha de solidaridad sin incidentes, en la segunda la policía detuvo a 14 personas que trataron de asaltar el consulado de Copenhague.
También en Oslo se concentraron anoche unos 150 jóvenes solidarios con los ocupas de Copenhague y lanzaron bolas de nieve y globos llenos de pintura contra la embajada de Dinamarca en Noruega.
El citado club juvenil se encontraba ocupado ilegalmente desde 1981 y el pasado año fue vendido por el Ayuntamiento de Copenhague a una iglesia independiente.
Ante la confirmación de que el desalojo iba a producirse, los ocupas daneses reclamaron la solidaridad de otros jóvenes radicales de países vecinos, muchos de los cuales se sumaron anoche a la batalla campal.