Informe de EE.UU.: Chile tiene un problema de consumo interno de coca, marihuana y éxtasis

SANTIAGO.- Chile tiene un problema de consumo interno de cocaína, marihuana y de éxtasis -la cual está creciendo en popularidad-, según establece el Informe 2007 de la Estrategia Internacional de Control de Drogas, preparado por la Embajada EE.UU. en Santiago y el Departamento de Estado.

El citado documento, elaborado anualmente conforme a la Ley de Asistencia Extranjera de los EE.UU., fue divulgado en Washington DC el 1 de marzo de 2007. Describe los esfuerzos realizados por naciones clave para combatir todos los aspectos relacionados con el comercio internacional de narcóticos durante el año 2006.

Establece también que Chile es un punto de transferencia de cocaína y heroína proveniente de la región andina y con destino en Estados Unidos y Europa.

En el caso puntual de Chile, el documento señala que es una fuente de precursores químicos para el uso del procesamiento de cocaína en Perú y Bolivia.

Según se sostiene en la presentación del texto, éste fue actualizado con cifras proporcionadas por el Ministerio del Interior chileno.

Bajo cultivo y producción

El informe señala también que no existe mayor conocimiento de cultivos ni de producción de drogas en Chile para la exportación. "La pequeña cantidad de marihuana que se cultiva en Chile es para el uso interno", sostiene el documento.

Uno de los puntos abordados en el informe es el de la corrupción, en el que Chile sale evaluado positivamente. Según se consigna, "la corrupción vinculada con narcóticos entre la policía chilena y otros funcionarios de gobierno, no es un problema mayor en Chile". Y agrega que "ningún alto funcionario ha sido acusado de estar relacionado con este tipo de actividades".

En cuanto a las iniciativas y programas impulsados por Estados Unidos para apoyar a Chile en materia antidrogas, el informe establece cinco áreas priorizadas en 2006: Entrenamiento de fiscales, policías, jueces y defensores públicos en el nuevo sistema de justicia criminal, reducción de la demanda, incremento de las capacidades de investigación de la policía, capacidad de recolectar material de inteligencia policial y combate al lavado de dinero.