PEKÍN.- Las autoridades chinas consideran que la brecha con el Vaticano es "aún grande" y que la Santa Sede no ha hecho lo suficiente para restablecer los lazos diplomáticos, declaró el máximo responsable de asuntos religiosos chino, citado hoy por la prensa local.
Según Ye Xiaowen, director del Buró Estatal de Asuntos Religiosos de China, Roma se sigue resistiendo a aceptar los dos principios exigidos por Pekín para restaurar las relaciones: Que corte los lazos con Taiwán, y que no se inmiscuya en los asuntos internos de China, entre ellos el nombramiento de los obispos.
"Sólo si el Vaticano consiente en estos dos principios las relaciones podrán seguir desarrollándose. Actualmente no los han aceptado. Por supuesto, la brecha es todavía grande", dijo al diario hongkonés "South China Morning Post".
En declaraciones efectuadas en Pekín durante la vigente sesión de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), máximo organismo asesor, Ye declinó vaticinar si este año se producirá una mejora de las relaciones.
Sin embargo, aseguró que Pekín aguarda "con mucho interés" la carta a los católicos chinos del papa Benedicto XVI, y que será distribuida probablemente este mes.
La misiva contendrá, según el diario, una firme reiteración del poder de la iglesia para designar obispos y servirá para orientar las relaciones entre los católicos chinos y la oficial, Iglesia Patriótica Católica, la única aceptada por el Gobierno chino.
Jia Qinglin, presidente de la CCPPC, manifestó ayer que los grupos religiosos deberían contribuir a la unidad de todos los ciudadanos chinos, sean o no creyentes, informó hoy la agencia estatal de noticias, Xinhua.
Añadió que, con su "sabiduría y fuerza", los "círculos religiosos" deberían interpretar las enseñanzas religiosas de forma que respondan a la demanda de "progreso social" y contribuyan a la construcción de "una sociedad socialista armoniosa".
Los lazos entre Pekín y Roma se rompieron en 1951, cuando el Gobierno de Mao Zedong expulsó al nuncio apostólico, arzobispo Antonio Riberi, y estableció la Iglesia Patriótica Católica bajo la dirección del Partido Comunista.