BERLÍN.- La organización de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, pidió hoy que a los niños gitanos de la etnia Roma se les conceda en Europa los mismos derechos que tienen todos los otros niños y denunció que especialmente en el sureste del viejo continente la situación de esa minoría es dramática.
En el marco de un congreso titulado "Niños Roma en Europa - Entre la integración y el aislamiento", UNICEF pidió a los responsables políticos y a los medios de comunicación que colaboren para desmantelar los prejuicios y el racismo existentes contra esa minoría, que cuenta con entre ocho y diez millones de personas.
Según una investigación presentada hoy por UNICEF, en el este de Europa, principalmente, se requiere realizar grandes esfuerzos para que todos los niños Roma puedan ir a la escuela y recibir asistencia médica.
Según las estadísticas presentadas hoy, en Albania, Bulgaria y Rumanía entre el 20% y el 40% de los niños Roma no están ni siquiera escolarizados y en Bosnia-Herzegovina el porcentaje de éstos que no asiste a la escuela alcanza incluso un 80%.
"Los niños Roma tienen que recibir la oportunidad de romper el círculo vicioso formado por la pobreza, la marginación y los prejuicios", dijo el directivo de UNICEF en Alemania, Reinhardt Schlangintwiet.
"Si en Europa cientos de miles de niños viven a largo plazo en ghetos sin educación y sin perspectivas estamos ante algo que es una catástrofe. La frustración y la agresión pueden crecer y los costos sociales y políticos pueden ser enormes", agregó Schlangintwiet.
Además de la situación de estos niños en el este de Europa, el estudio de UNICEF se ocupa de los problemas de los gitanos Sinti y Roma que viven en Alemania.
Actualmente, según el estudio, hay cerca de 70.000 Sinti y Roma que viven en ese país y tienen nacionalidad alemana, a los que se agregan unos 50.000 refugiados procedentes de la ex-Yugoslavia.
La situación de los refugiados es considerada especialmente difícil ya que cerca de dos tercios de las familias sólo son "toleradas" en Alemania, por lo que en cualquier momento podrían ser legalmente expulsadas y no tienen derecho a una serie de beneficios sociales.
Además, en la región germana del Sarre los hijos de refugiados tolerados no tienen derecho a asistir a la escuela y en los estados federados de Baden-Württemberg y Hesse no tienen la obligación de ser escolarizados, con lo que su asistencia al colegio queda al arbitrio de padres y profesores.