SYDNEY.- Las autoridades de Australia guardan pocas esperanzas de encontrar con vida a los cinco australianos que viajaban en el avión que se incendió ayer en Indonesia, cuando aterrizaba en el aeropuerto de Yogyakarta (Java Oriental), causando la muerte de 22 personas.
Así lo manifestó a la radio local el comisario de la Policía Federal Australiana, Mick Keelty, quien indicó que entre los desaparecidos se encuentran dos de sus oficiales, Brice Steele y Mark Scott.
El resto son la representante en Yakarta de la agencia de cooperación internacional australiana AusAID, Allison Sudrajat; la portavoz de la embajada australiana en Yakarta, Liz O’Neill; y Morgan Mellish, periodista del rotativo “Australian Financial Review".
El primer ministro, John Howard, explicó hoy en televisión que "se ha llevado a cabo una búsqueda meticulosa en los hospitales de Yogyakarta para asegurarnos completamente de que las personas que tenemos desaparecidas no se encontraban en ellos".
Keelty añadió que no hay ninguna prueba que sugiera que la tragedia fuera provocada y que se trató de un “accidente horrible".
Camberra ha enviado a Yogyakarta a dos equipos de asistencia médica con especialistas en tratamiento de quemados, especialistas en identificación de víctimas de desastres y agentes policiales.
El avión incendiado pertenecía a la aerolínea estatal Garuda y en el mismo viajaban más de un centenar de personas.