SANTIAGO.- El universo de los hoteles da para todo. Desde los máximos lujos, como baños de oro y murallas con incrustaciones de diamantes en el Burj Al Arab (Emiratos Árabes), hasta habitaciones con camas que vuelan y duchas dentro de los closet, como en el "The Propeller Island" (Alemania), todo, todo es posible en el mundo del hospedaje.
Y como una de las máximas es siempre tener un elemento diferenciador, el Radisson SAS de Berlín pensó en grande, y muy en grande: decidieron construir el acuario cilíndrico más grande del mundo, el AquaDom.
La particular "pecera" tiene dimensiones que explican su record: pesa 150 toneladas (sin agua), mide 25 metros de alto y logra albergar casi un millón de litros de agua salada en los que nadan más de dos mil peces tropicales.
Pero no sólo es un atractivo para todos quienes ingresen al lobby, sino que los que deseen pasar una noche tendrán el privilegio de dormir en una pieza "con vista al mar", ya que en torno al gigantes cilindro se dispusieron 427 habitaciones en ocho pisos.
Pero si no tiene los 149 euros (105 mil pesos chilenos) que vale la pieza más económica, existe un ascensor que recorre los 25,6 metros de alto que tiene el cilindro, entregando la posibilidad de disfrutar de las más de 50 especies de peces, incluyendo tiburones, que viven en el acuario. Claro que tampoco es gratis y sólo se puede estar en él por siete minutos.
Peces y más peces
El AquaDom es mantenido por Sealife, un acuario que está a un costado del hotel cinco estrellas, que con 30 peceras, de agua dulce y salada, de hogar a miles de especies marinas.
No obstante, tanto el hotel como el Sealife pertenecen a un complejo más grande, llamado DomAquarée,que mezcla los acuarios, el negocio del hospedaje y un mall.
Y pensando siempre en la diferenciación, los huéspedes del hotel tienen un precio preferencial para disfrutar de ambos atractivos: los adultos pueden visitar el AquaDom y el Sealife Berlin por 9,9 euros (casi siete mil pesos chilenos) y 7,3 euros (poco más de cinco mil pesos) para los niños.
Los trabajos para la construcción de este gigante comenzaron en enero del 2001 y finalizaron en diciembre de 2003, aunque sólo desde marzo de 2004 está abierto al público.