SAO PAULO.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, abrió este viernes en Brasil su gira latinoamericana, con la firma de una alianza para el combustible verde etanol, bajo un fuerte transfondo de protestas en la región y un viaje paralelo del Mandatario venezolano Hugo Chávez.
El plato fuerte de la visita de Bush a Brasil son sus encuentros con el Presidente Lula, y la formación de una alianza para la promoción del etanol. Brasil y Estados Unidos concentran el 70% de la producción mundial de ese combustible alternativo a la gasolina.
La gira con la que Bush pretende mostrar un renovado interés hacia América Latina ocurre en paralelo a la del Presidente venezolano, Hugo Chávez, que llegó el jueves a Buenos Aires donde este viernes pretendía encabezar un multitudinario acto "antiimperialista" y anti-Bush.
"Brasil y Estados Unidos tienen la capacidad de liderar el camino" en la producción de biocombustibles, afirmó Bush en una breve declaración conjunta.
Ambos países "estamos lanzando una asociación para el futuro", una asociación "ambiciosa" en el ámbito del etanol, afirmó Lula a su lado. Bush y Lula se encontraron en la mañana en una visita a un terminal de la estatal brasileña Petrobras, en el área metropolitana de Sao Paulo. Lula, que paseó junto a Bush en un ambiente relajado e informal, le presentó la producción de sus biocombustibles.
Ambos países suscribieron un memorando sobre el etanol que establece los términos de cooperación para la producción del combustible y para transformar el producto en una materia comercializable en el mercado internacional.
"Es necesario crear las bases para un mercado mundial de biocombustibles", dijo Lula, quien también insistió en el interés de ambos por "una alianza estratégica que permita convencer al mundo de cambiar su matriz energética" por una menos contaminante.
Esa alianza también permitirá a Brasil y Estados Unidos inversiones en otros países de la región interesados en el etanol.
Fuertes medidas de seguridad
Un masivo plan de seguridad rodea a la visita de Bush, con 4.000 soldados que ocuparon la ciudad, francotiradores para los trayectos de su comitiva, y la paralización del tránsito en esta ciudad de 18 millones de habitantes en su área metropolitana y más de 5 millones de autos registrados.
Miles protestaron el jueves contra la llegada de Bush en Sao Paulo, la capital financiera y económica de Brasil. La emblemática avenida Paulista, principal vía financiera del país, se llenó de consignas y carteles como "Fuera Bush de Irak" o incluso "Abajo la alianza fascista Lula-Bush".
Las protestas, apoyadas por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y movimientos sociales afines, terminaron en enfrentamientos con la policía.