MONTEVIDEO.- En un verdadero innombrable se está transformando el presidente venezolano Hugo Chávez para George W. Bush. Al menos así pareció quedar claro tras la rueda de prensa que el mandatario estadounidense ofreció junto a su par uruguayo, Tabaré Vásquez, en la estancia Anchorena, a unos 200 kilómetros de Montevideo.
Chávez, fue el permanente blanco de las preguntas de la prensa, pero Bush evitó en todo momento mencionar a su "enemigo ideológico", incluso cuando se le preguntó directamente si temía pronunciar su nombre. En cambio, el presidente de Estados Unidos hizo hincapié en que su gira tiene por objeto "hacer avanzar la diplomacia constructiva". Bush agregó que "mi mensaje es que nos preocupa la condición humana, ver cómo se puede mejorar a través de una serie de maneras", y dijo defender la "callada diplomacia" con la que EE.UU. lleva a cabo sus programas de desarrollo en América Latina.
Aunque sea por omisión, el "fantasma" de Chávez se está convirtiendo en el gran protagonista de la gira. En la primera parada del viaje, el viernes en Sao Paulo, Bush ya se mostró francamente incómodo ante las preguntas sobre el presidente venezolano, en la rueda de prensa conjunta con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Chávez, por su parte, lleva a cabo una "contragira" por la región, que lo llevó el viernes a Buenos Aires, donde asistió a un mitin contra la presencia de Bush en América Latina, y hoy se encuentra en Bolivia para visitar a los damnificados por las recientes inundaciones.
Aunque ha evitado mencionarle, y pese a que su portavoz insiste en que esta gira "no tiene nada que ver con Chávez", el presidente estadounidense se esfuerza por ofrecer un modelo alternativo al mandatario venezolano y sus ofertas de petróleo a bajo costo para la región.
Bush firmó el viernes un pacto de cooperación sobre etanol con Brasil, por el que ambos países se comprometen a promover el acceso y la producción de ese biocombustible en América Central y el Caribe, como alternativa al crudo.
En la rueda de prensa, Bush aseguró hoy que uno de los asuntos tratados con Vázquez fue "encontrar terreno común para beneficiar" a EE.UU. y Uruguay. Ambos presidentes abordaron también cuestiones comerciales y expresaron su voluntad de continuar adelante para avanzar en lo que respecta a comercio e inversiones.
Los dos países firmaron un tratado de inversiones bilaterales en noviembre de 2005 y el mes pasado lanzaron un acuerdo marco de comercio e inversiones (AMIC), un primer paso hacia un posible tratado de libre comercio (TLC) bilateral, posibilidad que genera diferentes opiniones dentro del propio oficialismo uruguayo y en miembros del Mercosur, como Brasil o Argentina.
Esto, ya que el Mercosur prohíbe a sus integrantes firmar acuerdos bilaterales con terceros países en forma independiente. El presidente estadounidense, de todos modos, aseguró su compromiso con una agenda de libre comercio, y afirmó que le preocupan las tendencias proteccionistas no sólo en EE.UU., sino en todo el mundo.