SAO PAULO.- Celso Amorim, canciller brasileño, dijo hoy que el memorando firmado entre Brasil y Estados Unidos, para incentivar la producción y el consumo de biocombustibles, tendrá impacto en todo el mundo. "Yo creo que es un pacto que tendrá gran efecto a mediano y largo plazo para Brasil, para Estados Unidos y para todos los países de Sudamérica, Latinoamérica, África y Asia; creo que para todo el mundo", concluyó la autoridad carioca, en declaraciones que concedió en Sao Paulo.
"Ese acuerdo tendrá influencia en la matriz energética no sólo de los dos países, sino también de todo el mundo", agregó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores al hacer un balance de la visita que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, realizó el viernes a Brasil.
Estados Unidos y Brasil aprovecharon la breve visita de Bush a Sao Paulo para firmar un memorando de entendimiento por el que se comprometen a investigar e invertir en la producción de biocombustibles, y a establecer estándares mundiales para que productos como el etanol puedan comercializarse en los mercados internacionales, como materia prima energética.
El memorando también prevé transferencia de tecnología e inversiones a otros países, principalmente de Centroamérica y el Caribe, para aumentar la oferta mundial de este combustible alternativo, cuya adopción puede reducir no sólo la demanda mundial de petróleo, sino también las emisiones de gases contaminantes.
Brasil y EE.UU. poseen el 70 por ciento de la producción mundial de etanol, pero mientras el país norteamericano necesita aumentar las importaciones del combustible para satisfacer su demanda, el sudamericano tiene excedentes exportables y posibilidades de aumentar significativamente su producción.
Según Amorim, el acuerdo entre Brasil y Estados Unidos tendrá desdoblamiento en otros países, algunos porque querrán producir etanol y otros porque lo querrán consumir. El canciller brasileño recordó que la semana pasada, en una reunión de la ONU en Nueva York, fue anunciado un foro global cuya intención es convertir al etanol en materia prima energética a nivel mundial. "Se trata del inicio de un gran cambio en la cultura y en la percepción mundial de lo que representan las energía renovables", aseguró el ministro.
Asimismo, Amorim afirmó que "se trata de un gran cambio, porque dejamos de mirar el etanol como un producto agrícola, con todas las protecciones que los productos agrícolas enfrentan en el mercado internacional, para verlo como materia prima energética (...). Y no conozco ningún país del mundo, a no ser por razones fiscales, que imponga trabas a las materias primas energéticas, porque ellas influyen en el costo total de la economía".
Pese a la firma del pacto sobre etanol, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, no consiguió convencer en la reunión del viernes a Bush de que elimine las barreras arancelarias que Estados Unidos le impone al combustible vegetal brasileño.
Aunque el gobierno estadounidense se impuso la meta de reducir el consumo de gasolina y aumentar el de biocombustibles, ya que Brasil es el mayor exportador mundial de etanol, Washington impone al producto brasileño un arancel de 54 centavos de dólar por galón, además de una tasa del 2,5 por ciento.