WASHINGTON.- Las fuerzas armadas estadounidenses están encontrando cada vez más problemas para identificar a las unidades del ejército que se pueden quedar en Irak o Afganistán, o agilizar las misiones, tras cinco años de "guerra contra el terrorismo".
Ante los planes de incrementar la cifra de soldados en Irak, el Pentágono intenta identificar suficientes unidades para mantener 20 brigadas de combate en la nación árabe, cada una con una cifra aproximada de 3.500 soldados.
El resultado probable será la extensión del despliegue de las brigadas que originalmente deberían regresar a casa a mediados de año, y enviar a otras antes de lo planeado. Las decisiones finales se tomarían en momentos en que el Congreso considera formas para obligar al presidente George W. Bush a poner fin a la guerra, pese a su promesa de que vetaría una resolución así.
En el indicio más reciente de las incansables demandas de soldados en Irak, el general Benjamin R. Mixon, comandante de las fuerzas de la coalición en el norte, dijo a reporteros el viernes que sus tropas han aumentado la intensidad de sus ataques contra el enemigo en la provincia de Diyala, al nordeste de Bagdad.
"¿Que si necesito más soldados? Sin duda alguna", dijo Mixon, quien añadió que había pedido refuerzos. El comandante principal de la fuerza estadounidense en Irak, general David Petraeus, dijo un día antes que era probable que se destinasen más tropas norteamericanas a áreas fuera de la capital en las que los insurgentes se están reorganizando, incluyendo Diyala. La región se ha convertido recientemente en un importante escenario para grupos armados, entre ellos Al-Qaida en Irak.