ROMA.- La primera audiencia del juicio contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, acusado de corrupción en acto judicial por haber pagado a un testigo para que falsificara su testimonio se celebra hoy en la décima sección del Tribunal Penal de Milán (norte de país).
El magistrado encargado del caso, Fabio Paparella, envió el pasado octubre a juicio al actual jefe de la oposición, por el supuesto pago de 580.000 euros al abogado David Mills, también acusado, a cambio de que diera un falso testimonio en dos procesos contra Berlusconi, en 1997 y 1998, de los que fue absuelto.
El juicio, al que es poco probable que acuda Berlusconi, forma parte del sumario principal de otro proceso sobre las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos por parte de Mediaset, en el que también está acusado el jefe de oposición italiana, propietario de ese grupo audiovisual.
Según la acusación, Mills creó sociedades ficticias entre 1989 y 1996 para destinar cerca de 1.000 millones de euros a la corrupción de magistrados, a operaciones financieras fuera de las reglas de mercado y a financiación ilegal a partidos.
El abogado estaba casado con la ministra británica de Cultura, Tessa Jowell, de la que se divorció poco después de que su nombre apareciese en la investigación.
Mills asegura que los 580.000 euros eran fruto de varias inversiones y que sus declaraciones en los procesos contra Berlusconi eran sinceras.
Por su parte, Berlusconi había difundido entre la prensa algunos documentos con los que quería probar que él no pagó a ningún abogado y que la transferencia a Mills de la que se le acusa estaba a nombre de un constructor de barcos, Diego Atanasio, que negó conocer.