MÉRIDA, México.- Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de México, Felipe Calderón, visitaron este martes la zona arqueológica de Uxmal, en Yucatán (este), luego de sostener una extensa reunión privada, de la que sin embargo aún no se han difundido detalles.
Vestidos con ropa informal -Bush de pantalón oscuro y camisa de algodón, y Calderón con la tradicional "guayabera"- ambos viajaron de la Hacienda Temozón, a unos 40 km de Mérida, a Uxmal para recorrer el sitio arqueológico que conoció su esplendor en los años 600 y 900.
En el recorrido, de cerca de una hora de duración y bajo un intenso sol a 40 grados centígrados, un arqueólogo explicaba a los visitantes el significado del conjunto de palacios horizontales y patios adornados con mosaicos de pequeñas piedras pulidas que conforman Uxmal.
Al lado de los mandatarios se encontraban sus respectivas esposas, Laura Bush y Margarita Zavala, quienes previamente habían visitado un taller de artesanía y cubrían sus cabezas con típicos sombreros de la región.
Los mandatarios se maravillaron con la Pirámide del Adivino, de 35 metros de altura y que, cuenta la leyenda, fue levantada por un enano en una sola noche, si bien se erigió en cinco etapas y su arquitectura incluye una escalinata que mira hacia el oriente para recibir el Sol en el solsticio de verano.
Uxmal, que en lengua maya significa "tres veces construida", se encontraba fuertemente custodiada por efectivos de seguridad de Estados Unidos y México y estaba cerrada a la visita de los turistas.
Al iniciar los encuentros oficiales de esta visita a México, última escala de su gira por América Latina, Bush se comprometió a intentar que el Congreso de su país apruebe una "reforma migratoria amplia" en beneficio de trabajadores indocumentados en Estados Unidos, la gran mayoría de ellos mexicanos.
De su lado, Calderón resaltó que "mientras haya dos economías tan complementarias y desiguales, una intensiva en capital y otra intensiva en mano de obra, la migración no podrá detenerse y mucho menos por decreto".
Al término de cerca de tres horas de reuniones entre Bush y Calderón y de los equipos de trabajo de cada país, las delegaciones de México y Estados Unidos declinaron dar detalles de las discusiones y se comprometieron a emitir un comunicado conjunto.