WASHINGTON.- La posibilidad de sobrevivir a un infarto en Estados Unidos es menor los fines de semana, sobre todo debido a la menor cantidad de personal médico en los hospitales, según un estudio divulgado el miércoles.
Una investigación realizada en Nueva Jersey (este) entre 1999 y 2002, a 59.786 personas víctimas de infartos de miocardio, mostró "una clara diferencia en la mortalidad" 30 días después del ataque cardiaco, en función del día de hospitalización de los pacientes.
En ese caso (30 días después de la hospitalización), la tasa de mortalidad varía de 12,9% a 12% entre las personas admitidas en el hospital por ese síntoma, según los investigadores.
En términos de probabilidad, eso se traduce en un riesgo de morir de un infarto 7,5% más elevado durante el fin de semana que en la semana.
La diferencia es mayor 24 horas después de ser admitido en el hospital, con 22,2% más de riesgos de muerte si una persona es hospitalizada entre el viernes de noche y el domingo de noche, subrayaron los autores de este estudio, divulgado en el New England Journal of Medicine del 15 de marzo.
Un día después de la hospitalización, la tasa de mortalidad tras un infarto -obstrucción de una arteria coronaria o de una de sus ramificaciones- pasa de 3,3% el fin de semana a 2,7% durante la semana.