CIUDAD DE MÉXICO.- Soldados del Ejército y policías federales mexicanos tomaron hoy el control de la Secretaría de Seguridad Pública de la provincia de Tabasco, situada al sur del Golfo de México.
Los militares desarmaron a más de 200 policías locales que estaban de guardia, pero no se informó el motivo de la acción.
Hace tres días una cabeza humana fue arrojada en la comandancia de los Bomberos, que está dentro de la Secretaría de Seguridad Pública local, y once días antes, el secretario de Seguridad Pública, el general Francisco Fernández, fue herido en un atentado con metralletas sin detenciones hasta el momento.
El gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, atribuyó la ola de violencia en la provincia a una respuesta del crimen organizado ante los operativos policiales y militares que ordenó el presidente mexicano, el conservador Felipe Calderón.