GAZA.— Los palestinos instalaron el sábado un nuevo Gobierno de coalición más moderado, con la esperanza de persuadir a la comunidad internacional de que suspenda el boicot contra la Autoridad Palestina y levante las duras sanciones que se han prolongado un año.
La nueva alianza reemplazó al Gobierno anti-israelí, encabezado por el bloque islámico de Hamas.
Los legisladores palestinos votaron de manera apabullante —83 a favor por tres en contra— para aprobar al Gobierno, y luego se pusieron de pie para dar una gran ovación cuando se anunciaron los resultados.
De los 132 miembros de la legislatura, 41 —la mayoría de ellos de Hamas— están detenidos en cárceles israelíes y no pudieron votar.
El Presidente palestino Mahmud Abbas, de Al Fatah, juramentó al nuevo gabinete de 25 miembros poco después de la votación parlamentaria.
Respuesta internacional
Israel había anunciado previamente que no pactaría con la coalición, porque la dupla gobernante de Hamas y Al Fatah no llegó a reconocer explícitamente al Estado judío ni a renunciar a la violencia, como era la exigencia de la comunidad internacional.
Noruega inmediatamente reconoció a la nueva coalición y anunció que levantaría sus sanciones.
Por su parte, Gran Bretaña y las Naciones Unidas dieron indicios de flexibilidad, sugiriendo que el dinero podría comenzar a fluir si la coalición restringe las actividades anti-israelíes.
Sin embargo, la fusión de Hamas y Al Fatah no es sólida, y está en peligro de derrumbarse rápidamente debido a diferencias ideológicas y a añejas enemistades entre las dos facciones y sus legiones de extremistas.