BAGDAD.- La inquietud aumenta en Irak a dos días de los ataques con cloro, que dejaron dos víctimas fatales y 350 heridos cerca de Faluya.
"No esperábamos tamaños ataques con cloro, que no son fáciles de detener", declaró el portavoz del Gobierno iraquí, Ali al-Dabbagh.
Dos personas murieron, según un balance de responsables estadounidenses, seis, de acuerdo a la televisión de Irak, mientras que 350 resultaron intoxicadas por las emanaciones de cloro provocadas por tres camiones suicidas el viernes en Faluya y Ramala, al oeste del país.
"Fue obra de organizaciones terroristas", aseveró el vocero.
Los ataques tuvieron lugar mientras las fuerzas de Estados Unidos e Irak intentan aplicar un plan destinado a instaurar la seguridad en Bagdad, con la presencia de unos 90 mil hombres.
Dicho plan consiste en colocar comisarías de policía norteamericano-iraquíes en la ciudad y efectuar controles para evitar los secuestros y el transporte de explosivos.
Las fuerzas del orden vigilan también las regiones vecinas, sobre todo las provincias de Diyala y Al Anbar.
Según el Gobierno iraquí y las fuerzas estadounidenses, la violencia ha disminuido desde que comenzó la operación "Orden y ley", el 14 de febrero.