MOGADISCIO.- Insurgentes somalíes arrastraron los cadáveres de unos soldados por las calles de Mogadiscio antes de quemarlos, después que fuertes combates causaran al menos 34 muertos y dejaran decenas de heridos.
Según testigos, los cadáveres de cinco soldados -o del Gobierno somalí o de sus aliados etíopes- fueron profanados en uno de los peores enfrentamientos armados en la caótica capital del país desde que el Gobierno provisional recuperara su control en diciembre.
En un lugar, unos hombres arrastraron a dos cuerpos semidesnudos por los pies mientras la multitud cantaba "Alá es grande", les daban patadas y les lanzaban piedras.
En otro sitio, tres cadáveres fueron colgados con una cuerda, pateados y luego incendiados, aseguraron testigos.
Las terribles escenas recordaron a lo que ocurrió en 1993, cuando un helicóptero estadounidense fue derribado por milicianos somalíes durante una fallida operación para capturar a "los señores de la guerra".
Las imágenes de los cadáveres de los soldados arrastrados por las calles de Mogadiscio supusieron el principio del fin de la misión de paz de la ONU, que en 1995 abandonó Somalia.
Además de los cinco muertos, testigos y personal médico afirmaron que al menos 11 civiles murieron también el miércoles y otras 81 personas resultaron heridas.
Los combates comenzaron cuando los insurgentes dispararon contra fuerzas gubernamentales y etíopes ante el Ministerio de Defensa, según relataron vecinos.