TOKIO.- El Primer Ministro Shinzo Abe presentó el lunes una nueva disculpa por las mujeres asiáticas que fueron forzadas a trabajar como prostitutas para los soldados japoneses en tiempos de guerra, pero no admitió claramente la responsabilidad de Japón en la instalación de burdeles para los militares.
"Me disculpo aquí y ahora como Primer Ministro" dijo Abe a un comité parlamentario. La disculpa de Abe fue la más clara que ha expresado desde que fue objeto de una ola de críticas internacionales a principios de mes, cuando negó la existencia de evidencias de que las mujeres, sobre todo chinas y coreanas, hubieran sido forzadas a trabajar en burdeles para los soldados nipones en tiempos de guerra.
Sin embargo, sus declaraciones no cumplieron con las demandas de las víctimas de que admita que los militares obligaron a las mujeres a prostituirse.
Algunos historiadores sostienen que cerca de 200.000 mujeres asiáticas trabajaron en burdeles instalados por los militares.
Las víctimas dicen que el ejército japonés las obligó a trabajar como prostitutas en los burdeles, en contra de su voluntad.
Algunos de los mayores críticos han sido Beijing y Seúl, que acusan a Tokio de no haber compensado totalmente las invasiones y atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial.
El tema también generó un debate en Estados Unidos, donde un comité de la Cámara de Representantes considera una resolución no vinculante que insta a Tokio a admitir plenamente su desempeño incorrecto y disculparse de manera inequívoca.
Japón ha rechazado la mayoría de las demandas de compensación de las víctimas. En cambio, un fondo privado creado en 1995 por el gobierno japonés le ha ofrecido una forma de asistir a las ex esclavas sexuales sin compensarlas oficialmente.
Muchas mujeres han rechazado los pagos, demandando una compensación gubernamental y una disculpa aprobada por el Parlamento.