WASHINGTON.- Antiguos detenidos rusos en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba) enviados de regreso a su país en 2004 fueron torturados y sufrieron otros abusos en su país pese al compromiso de Moscú de que recibirían un trato humano.
Así lo denuncia hoy la organización Human Rights Watch (HRW), que indica que la experiencia de estos presos "ilustra" porqué Estados Unidos debe dejar de depender de "garantías diplomáticas" de tratos justos a la hora de justificar el envío de presos desde Guantánamo a países donde hay riesgo de que sean torturados.
Los siete rusos fueron detenidos poco después de la invasión de EE.UU. en Afganistán en 2001 y permanecieron en Guantánamo unos dos años.
Pese a lamentarse del supuesto mal trato dispensado por EE.UU., todos ellos solicitaron a las autoridades estadounidenses no regresar a Rusia porque esperaban recibir un trato aún peor ahí, agrega HRW.
"Los gobiernos con historial sobre torturas no cambian de repente su comportamiento por el hecho de que el gobierno estadounidense alegue que les han asegurado que no la llevarán a cabo", explicó Human Rights Watch.
En este sentido, HRW recuerda que la Convención contra la Tortura estipula que ninguna persona puede ser enviada a un país donde corre el riesgo real de ser torturado y no admite excepciones como por ejemplo el de la seguridad nacional.