GUATEMALA.- La incertidumbre ronda el caso del retorno a Guatemala de un grupo de 158 guatemaltecos que se refugiaron en Bolivia hace 24 años, nación a la que huyeron por la persecución del Ejército en el marco de la guerra civil que vivió este país centroamericano durante 36 años (1960-1996).
En principio, el retorno estaba previsto para este sábado, pero fuentes del Ejecutivo señalaron que "se toparon" con problemas de logística, sin entrar en detalles, por lo que se prevé que su llegada sería el domingo u otra fecha.
No obstanbte, el gobierno de Guatemala aseguró que ya tiene todo preparado para darles la bienvenida y ubicarlos en la finca El Rosario, Livingston, Izabal, unos 250 km al noreste de la capital, en las riberas del Caribe.
De acuerdo con la directora de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, Manuela Álvarado, en dicha finca construyeron 30 casas, para igual número de familias, así como una escuela, un centro de salud y un salón comunal.
En declaraciones recientes a periodistas, Alvarado señaló que hay algunas familias que aún están indecisas de retornar a Guatemala, por lo que les ha tocado convencerlas, pero dijo que ésta no sería la razón del atraso de su llegada al país.
Hacia finales de 1981 decenas de guatemaltecos cruzaron la frontera hacia Honduras para escapar de la represión militar del gobierno de Romeo Lucas García, fallecido en mayo pasado en Venezuela donde se exilió, para asentarse en un campamento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Sin embargo, después de año y medio de permanecer en esa área, los ejércitos de Guatemala y Honduras confabularon para secuestrarlos de ese campamento y su liberación se logró gracias a la mediación de organismos internacionales, por lo que ACNUR decidió enviar un grupo de 109 guatemaltecos a Bolivia, en 1983.
Las andanzas de este grupo de guatemaltecos se dieron en el marco de la guerra interna que vivió Guatemala entre 1960 y 1996, que terminó con la firma de los acuerdos de paz y que dejó al menos 200.000 víctimas entre muertos y desaparecidos, según el informe de la Comisión del Esclarecimiento Histórico.
Registros de las autoridades guatemaltecas dan cuenta que nueve de las 28 familias, que conforman el grupo de 158 personas que retornarán a Guatemala, viven en pequeños pueblos que subsisten por la siembra de arroz.
Sin embargo, la caída de los precios del producto y las inundaciones registradas en el país sudamericano, han provocado la pérdida de la mayoría de las cosechas, por lo que sus condiciones de vida son limitadas.
En tanto, otras 17 familias han optado por quedarse en Bolivia, toda vez que han formado sus hogares con bolivianos.