Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 14:52
RIO DE JANEIRO.- El gobierno brasileño alcanzó la noche del viernes un acuerdo con representantes de los controladores aéreos para desactivar una huelga que culminó con el cierre de los 49 aeropuertos comerciales del país y que generó un caos generalizado, informó la televisión.
De acuerdo con la TV Globo, una reunión urgente del ’Gabinete anticrisis’ con ministros y autoridades aeronáuticas logró un acuerdo con representantes de los controladores para desactivar la medida de fuerza generada por reclamos de mejoras salariales y la desmilitarización del sector, subordinado a la Aeronaútica.
En ausencia del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, de visita en Estados Unidos, el vicepresidente José Alencar, que estaba en Belo Horizonte (sudeste), fue citado de urgencia a Brasilia, mientras seguían suspendidos los despegues de vuelos en todo el país.
Como parte del acuerdo, los jerarcas aceptaron que se suspendan las transferencias de controladores de Brasilia a otros centros, una mejora salarial y además se comprometieron a discutir la desmilitarización del sector, un reclamo de los responsables de la seguridad de la aviación, que son civiles.
La televisión informó que el presidente Lula se había comunicado con los mandos de Defensa y jerarcas de Aeronáutica para que se deje sin efecto el arresto de 18 controladores que se rebelaron y rechazaron deponer la huelga para acuartelarse en la torre del aeropuerto de Brasilia.
Según las autoridades, los controladores iban a reanudar las actividades la mañana del sábado. El caos histórico también tuvo efecto en las principales terminales de la región.
El nudo del problema estaba en el principal centro de control, el Cindacta-1 de Brasilia, que monitorea vuelos de los estados de Sao Paulo, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Espirito Santo (sudeste), Goiás, Brasilia (centro), sur de Tocantins y Mato Grosso (centro).
Entre las terminales afectadas está la más transitada del país, Congonhas en Sao Paulo, que tenía atrasos en 87% de los vuelos dejando a miles de pasajeros ofuscados en sus salones.
