KIEV.- Más de 70 mil manifestantes recorrieron hoy las calles del centro de Kiev para pedir al Presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko, del pro-occidental partido Nuestra Ucrania, la disolución del parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones legislativas.
Estas protestas alejan más las posturas de Yushchenko y el Primer Ministro, Viktor Yanukovich, del Partido de las Regiones, más afín a Rusia.
Los manifestantes mostraron su descontento con respecto a los intentos de Yanukovich de ampliar su poder con la lealtad de parlamentarios tránsfugas elegidos en las listas de los partidos afines a Yushchenko.
Hoy mismo, el propio Yushchenko acusó a Yanukovich de romper sus compromisos del acuerdo por el que compartirían el poder y de intentar amasar más poder robando parlamentarios a los grupos que le apoyan.
El Presidente también mostró su preocupación por el hecho de que Yanukovich fortalezca su mayoría hasta los 300 parlamentarios en un parlamento de 450 escaños, lo que le permitiría anular los vetos presidenciales y realizar cambios constitucionales.
Yushchenko amenazó con disolver el parlamento si esta situación no cambia. "Si el trabajo de la mayoría no es renovado sobre la base de la constitución, firmaré el decreto de disolución del parlamento", afirmó el Presidente en rueda de prensa.
Sus partidarios marcharon por la tarde por la Plaza de la Independencia de Kiev para animarle a que cumpla su amenaza.
Esta plaza fue el epicentro de la Revolución Naranja que llevó a Yushchenko al poder. Los manifestantes acusaron a Yanukovich de intentar modificar los resultados de las legislativas del año pasado.
La disolución del parlamento "no es un derecho del presidente, sino su obligación", afirmó Yulia Timoshenko, líder del Bloque Yulia Timoshenko, aliado de Yushchenko, ante los manifestantes. La multitud respondió con gritos de "Juntos ganaremos".
Mientras, unos 20 mil simpatizantes de Yanukovich realizaron una contramanifestación muy cerca de la primera. La policía, vestida con la equipación antidisturbios y chalecos antibala, levantó barricadas para separar ambas marchas y impidió a la gente que pasaba de una a otra pasar con pancartas ni bufandas políticas, según consigna Europa Press.