BUENOS AIRES.- Doce personas murieron y unas 60 mil siguen evacuadas este domingo en las provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos por las fuertes lluvias que desde hace días se abaten sobre la región central del país, mientras persiste el pronóstico de más tormentas.
Un puente carretero cedió barrido por la crecida de un arroyo en la localidad santafesina de Cañada Rosquín, a sudoeste de la capital de la provincia donde suman 40 mil los evacuados según cifras oficiales.
La autopista que conecta la capital de Santa Fe y Rosario -la segunda ciudad del distrito con un millón de habitantes- quedó anegada al igual que las principales rutas y caminos de la provincia donde la situación es crítica.
El gobernador, Jorge Obeid, declaró la provincia en estado de emergencia hídrica y sanitaria y confirmó que "59 localidades de la provincia están afectadas" por las inundaciones que causaron doce muertes hasta el momento.
Las inundaciones provocaron la pérdida casi total de los cultivos con 3,5 millones de hectáreas bajo el agua y golpea la rica cuenca lechera del centro santafesino, la principal del país.
En Entre Ríos otras 18 mil personas permanecían alojadas en refugios a la espera de que bajen las aguas, mientras persisten las lluvias en la región.
"Los caminos están destruidos en toda la provincia, hay problemas de estabilización de barrancas, de cloacas y de desagües, la situación es desesperante", dijo el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti.
El gobierno nacional dispuso un puente aéreo entre la capital argentina y las ciudades de Paraná y Santa Fe, las más afectadas, con el envío de alimentos, medicamentos, ropa y carpas para asistir a las víctimas.
Según datos de la organización no gubernamental Red Solidaria, unos 14 mil evacuados son niños menores de 14 años, 600 son bebés menores de un año y hay 750 embarazadas entre los refugiados.
El mal tiempo también afecta a la capital argentina y su periferia donde hay 39 distritos afectados por inundaciones desde que comenzaron las lluvias hace una semana.