JERUSALÉN.- Las angostas calles adoquinadas de la Ciudad Vieja de Jerusalén fueron atestadas el Viernes Santo por miles de peregrinos cristianos de todo el mundo, algunos cargando grandes cruces de madera, para recorrer el sendero que siguió Jesús hacia su crucifixión.
Peregrinos de Estados Unidos, India, Corea del Sur, Filipinas, Rusia y otros muchos países reprodujeron el último recorrido de Jesús por Jerusalén el día de su muerte —la conmemoración del Viernes Santo. Muchos portaban candelas y entonaban salmos en lenguas diferentes, como inglés, latín e hindi.
En representación de diversos credos católicos y ortodoxos, varios clérigos ingresaron en fila al antiguo Templo del Santo Sepulcro, donde según muchos fieles Jesús fue enterrado luego de su crucifixión. Como parte de una tradición anual, las puertas del santuario fueron abiertas por un integrante de la familia musulmana que ha conservado las llaves por siglos.
Dentro del templo, los peregrinos posan la cabeza sobre la larga y suave roca donde se cree que el cuerpo de Jesús fue aseado una vez retirado de la cruz.
Los calendarios de cinco grandes sectas cristianas coincidieron este año en una convergencia que ocurre sólo cada cuatro años, y en consecuencia es posible que el número de los visitantes sea ahora mayor que otros años.
El vocero de la policía israelí Micky Rosenfeld dijo que centenares de agentes fueron colocados en torno a la Ciudad Vieja para mantener el orden mientras millares de peregrinos recorren la ruta que tomó Jesús con su propia cruz.
Como cada año, son instaladas 14 estaciones en la ruta, conocida como la Vía Dolorosa. Cada una recuerda un acontecimiento de Jesús hacia la muerte.
Las últimas cinco estaciones están dentro del Templo del Santo Sepulcro, donde según muchos cristianos Jesús fue despojado de su vestimenta antes de que fuera muerto en la cruz. De acuerdo con la tradición católica, Jesús resucitó el Domingo de Pascua.