FILIPINAS.- Varios cristianos fueron crucificados por su voluntad el Viernes Santo sobre el monte polvoriento de una aldea filipina para reproducir la muerte de Jesús en un acto que congrega a miles de turistas y espectadores.
El rito de la Pascua es rechazado por los dirigentes religiosos de las Filipinas, la nación del Sureste Asiático con la mayor población católica, pero se ha convertido en una de las atracciones de la temporada más esperadas del país en la localidad de San Pedro Cutud en la ciudad de San Fernando, unos 70 kilómetros (45 millas) al norte de Manila.
En esta ocasión, siete devotos fueron unidos a cruces de madera con clavos de 10 centímetros (cuatro pulgadas) de largo mojados en alcohol para evitar infecciones. Las crucifixiones tuvieron lugar después de un recorrido de 1,5 kilómetros (1 milla) por el monte, durante el cual cada cristiano cargó una cruz de madera sobre sus espaldas.
Entre los penitentes de cada año en San Pedro Cutud estaba Rubén Enaje, un comerciante de 46 años de edad, quien fue crucificado por 21a ocasión en Viernes Santo.
Horas antes, decenas de hombres con el torso desnudo azotaron sus espaldas con varas de bambú atadas a una soga en un rito de flagelación concebido para expiar los pecados.
"Llevan esta religión al extremo", observó Gomas de Miguel, un turista español. "En España, decimos que somos católicos, pero no de esta manera, creo".
"No es mi credo, pero sé que lo hacen con honestidad y yo lo respeto", dijo la turista estadounidense Dennis Smith.
Un centenar de turistas extranjeros asistieron a los ritos del Viernes Santo este año, y muchos los presenciaron desde un estrado que fue montado a un lado del monte, dijo el policía Romeo de la Peña.