Según el informe de la ONU, tres cuartas parte de las tierras ya están afectadas por el cambio climático.
El Mercurio
BRUSELAS.- Desde México hasta la Amazonia, la sabana gana terreno en América Latina y la desertificación de las tierras agrícolas amenaza a la seguridad alimentaria del continente, según un informe de expertos sobre los impactos del cambio climático publicado en Bruselas.
Para 2050, la mitad de las tierras agrícolas podría verse afectadas, afirman los autores, con un grado "elevado" de certeza, exponiendo a "decenas de millones" de personas al hambre y a entre 60 millones y 150 millones a la reducción de los recursos de agua (hasta 400 millones en 2080), según las previsiones económicas y demográficas del Grupo de Expertos Intergubernamental sobre la Evolución del Clima (IPCC, bajo la égida de la ONU).
El continente ya ha experimentado en los últimos años una sucesión de acontecimientos radicales: lluvias torrenciales en Venezuela, inundaciones en la Pampa argentina, sequías en la Amazonia, tempestades de granizo en Bolivia y una temporada récord de ciclones en el Caribe. Al mismo tiempo, las precipitaciones se reducen en Chile, en el sur de Perú y en el sudoeste de Argentina.
Sobre todo, con el alza de las temperaturas ya registrada (+1º C en América Central y América del Sur en un siglo, frente a +0,74º C de promedio mundial), los glaciares andinos se retiran y esta tendencia se vuelve "crítica" en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.
"La disponibilidad del agua destinada al consumo y a la hidroelectricidad ya está comprometida" y el problema se acentuará en el futuro, convirtiéndose en "crónico" si no se toman medidas, afirma dicho documento.
En su último informe científico publicado en enero, el IPCC prevé un aumento mundial del termómetro de una media de entre +1,8º C y + 4º C para el año 2100, dentro de una horquilla más amplia de entre 1,1º C y 6,4º C. Casi las tres cuartas partes de las tierras ya están "moderada o gravemente" afectadas por un proceso de degradación que progresa a un "ritmo muy elevado", sobre todo en la selva, también amenazada por los incendios.
El documento recuerda que en América Latina se encuentran siete de los 25 principales lugares de fuerte concentración de especies endémicas que están a punto de perder su hábitat natural (mariposas, ranas, reptiles y mamíferos). No obstante, la creación de corredores ecológicos y de reservas naturales para la preservación de la biodiversidad podrá constituir un frente contra el calentamiento.
El aumento del nivel de los océanos -de 20 a 60 cm para fines de este siglo, según las previsiones de los científicos del IPCC- "muy probablemente" provocará inundaciones en las tierras bajas, como en El Salvador, Guayana y el estuario del Río de la Plata, alrededor de Buenos Aires, afectando a la industria turística en las playas de México y Uruguay.
Este fenómeno también podría poner en peligro a los manglares en Brasil, Ecuador, Venezuela y Colombia. El aumento de la temperatura del agua amenaza a los corales de las costas de México, Panamá, y a los arrecifes de coral de Belice, que forman parte del patrimonio mundial de la Humanidad.