WASHINGTON.- Mónica Goodling, una de las asesoras más estrechas del secretario de Justicia estadounidense, Alberto Gonzales, dimitió este viernes después de haber indicado que se negaría a testificar ante el Congreso sobre el despido de ocho fiscales federales.
Goodling comunicó su decisión en una carta enviada a su jefe, en la que no dio una razón para explicar su partida.
El 26 de marzo, Goodling dijo que si era llamada a testificar se ampararía en la Quinta Enmienda de la Constitución, que protege contra la autoincriminación.
Goodling se encargaba de las relaciones con la Casa Blanca en el Departamento de Justicia además de asesorar a Gonzales, por lo que podría explicar la participación en los despidos de Karl Rove, el asesor político del Presidente George W. Bush, y Harriet Miers, su ex asesora legal.
Los demócratas afirman que los fiscales fueron reemplazados por motivos políticos, por no ceder a las presiones para investigar a candidatos demócratas justo antes de las elecciones, mientras que Gonzales mantiene que los despidos están relacionados con el desempeño de los fiscales en el cargo.
Cuando el caso salió a la luz, el fiscal general afirmó que no había participado de las conversaciones que llevaron a la decisión.
No obstante, su ex jefe de gabinete, Kyle Sampson, quien también se vio forzado a dimitir por su participación en el caso, dijo posteriormente en una comparecencia ante el Congreso que habló personalmente con Gonzales sobre el tema.
Está previsto que el secretario de Justicia comparezca ante el Comité Judicial del Senado el próximo 17 de abril.