JERUSALÉN.- Miles de cristianos participaron hoy de la ceremonia del fuego y del agua con motivo del "Sábado de Gloria" en el Santo Sepulcro de Jerusalén, donde los cristianos creen que Jesucristo fue crucificado y enterrado.
Alrededor de las 14:00 horas locales (11:00 GMT), el Patriarca Ortodoxo Griego de Jerusalén, Teófilo III, y un sacerdote armenio, descendieron a la tumba subterránea para sacar la antorcha, cuya llama pasó luego entre los miles de peregrinos mientras sonaban las campanas de la iglesia.
El ritual se remonta al año 1.200 d.C. La fuente del fuego se mantiene en secreto, pero algunos fieles creen que aparece espontáneamente de la tumba de Cristo, como un mensaje de Jesús de que no ha olvidado a sus seguidores, en la víspera de la Pascua ortodoxa.
Un portavoz de la policía israelí indicó que para velar por la seguridad de los miles de peregrinos en la Ciudad Antigua fueron apostados cientos de policías en la zona. En años anteriores se registraron incidentes dentro y fuera de la iglesia entre seguidores de varias sectas cristianas.
La cantidad de peregrinos que se encontraba hoy en Jerusalén para la Pascua se incrementó considerablemente, ya que este año coinciden las fechas de cinco religiones cristianas, algo que sucede cada cuatro años.
El rito del agua y el fuego en Jerusalén es precedido por una vigilia pascual. Más tarde se leen las doce profecías y la bendición del agua, y luego un misa anunciando la próxima resurrección de Cristo.
A medianoche, en otra procesión, antes de la Vigilia del Domingo, los frailes de la Orden de San Francisco de Asís preparan el camino de la resurrección.