El Papa Benedicto XVI comenzó a celebrar su segunda Pascua como Sumo Pontífice.
AFP
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI lideró su segundo festejo de la Pascua católica desde que asumió el pontificado, llamando a los fieles a no temer al mal ni a la muerte, porque el amor se impondrá.
El pontífice de 79 años presidió la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro, en el último evento de una agitada semana que culminará el domingo con la misa de Pascua en la plaza de San Pedro.
Las ceremonias conmemoran el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Cristo y marcan el momento más importante en el calendario litúrgico católico.
El Papa caminó en forma solemne al inicio de la ceremonia en el atrio de la imponente iglesia, donde delineó las letras griegas Alfa y Omega en una enorme vela.
La basílica, que se mantenía oscura, se iluminó de golpe cuando los fieles encendieron miles de velas antes de que se prendieran las luces. El ritual simboliza la oscuridad en que quedó sumido el mundo tras la muerte de Jesús, mientras que las luces indican la resurrección.
En su homilía, el Papa, que vistió un traje dorado y blanco, dijo que la resurrección de Cristo daba esperanza a la humanidad, aún en los momentos más oscuros. "En la resurrección de Jesús, el amor ha demostrado ser más fuerte que la muerte, que el mal", dijo el pontífice.
Benedicto XVI, que cumple 80 años este mes, bautizó además a ocho nuevos miembros de la Iglesia, seis adultos y dos niños de países como China, Cuba, Camerún, Japón e Italia.
Todos los adultos eran mujeres, una selección que siguió a una ceremonia el Viernes Santo que se concentró en las mujeres, en su rol dentro de la Iglesia y en los abusos que han sufrido a lo largo de la historia.
Más de 10.000 personas presenciaron el sábado la ceremonia dentro de la basílica, que fue transmitida por televisión a 40 países.