Promueven juicio político de gobernador argentino por crimen de un docente

BUENOS AIRES.- Legisladores de Neuquén presentaron hoy un pedido de juicio político con fines de destitución para el gobernador de esa provincia del sur de Argentina, Jorge Sobisch, por el asesinato de un docente a manos de la policía.

La solicitud, efectuada por ocho parlamentarios de la oposición, se llevó a cabo mientras distintos sectores reclaman la renuncia de Sobisch, a quien responsabilizan por la brutal represión policial durante una protesta de maestros, en la que fue asesinado Carlos Fuentealba.

El profesor de Química, de 42 años, falleció el pasado jueves, un día después de haber recibido en la cabeza el impacto de una granada de gas lacrimógeno disparada por las fuerzas de seguridad en la ciudad de Neuquén, situada 1.185 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Sobisch, quien aspira a la reelección, ha descartado la posibilidad de dimitir. El pedido de juicio político en su contra será analizado por la Legislatura provincial, donde es mayoritario el gobernante Movimiento Popular Neuquino.

Los docentes realizaron ayer una huelga nacional a la que adhirieron las principales centrales obreras del país y también hubo multitudinarias manifestaciones callejeras de repudio al crimen de Fuentealba.

Centenares de maestros neuquinos acampan desde el lunes a las puertas de la sede del gobierno provincial, mientras otros grupos mantienen bloqueadas las principales carreteras de acceso a la ciudad.

El sindicato de docentes de Neuquén tiene previsto realizar hoy una asamblea para definir la continuidad de su "plan de lucha" y también se espera que Sobisch anuncie cambios en su gabinete de ministros y en la policía de la provincia.

Uno de los educadores que acampan frente a la Casa de Gobierno de Neuquén, Omar Perié, declaró a la radio bonaerense Del Plata que tras la muerte de Fuentealba no ha habido diálogo entre los maestros y las autoridades provinciales.

Luego de sostener que "están dadas todas las condiciones" para discutir sobre el conflicto salarial que derivó en los disturbios de la semana pasada, expresó que "si ni siquiera una muerte justifica sentarse a negociar y dialogar, no sé qué habría después".