BRUSELAS.- Chile ya no es el único país en que los reos se fugan a través de un helicóptero que los recoge en el patio de la cárcel.
Esta mañana, un recluso francés de una cárcel próxima a Lieja (este de Bélgica), que tenía pendiente un pedido de extradición a España, se fugado ayudado por dos colaboradores que aterrizaron en el patio del centro penitenciario con un helicóptero, a cuyo piloto habían secuestrado minutos antes.
El evadido, Erik Ferdinand, de 33 años, era conocido por delitos de estafa, falsedad documental y robo, y meses atrás ya se había fugado de una cárcel en Gerona (nordeste de España), durante la reconstrucción de unos hechos.
La fuga en la prisión de Lantin se inició cuando los "socios" del reo se presentaron ante el piloto y el instructor de vuelo de un helicóptero, en el helipuerto de Saint-Trond, con intención de llevar a cabo supuestamente un bautismo del aire.
Una vez en la nave, y tras mostrar una granada de mano, obligaron al piloto a sobrevolar la prisión para identificar a Ferdinand, quien estaba vestido con llamativos colores, y luego a aterrizar en el patio, donde había unos 80 presos en ese momento.
Tras recoger al ahora prófugo, el helicóptero despegó y se posó a sólo unos cientos de metros de la prisión, en las proximidades del polígono industrial de Alleur, desde donde se cree que los tres hombres huyeron en un vehículo estacionado allí previamente.
Tras la espectacular fuga, la ministra de Justicia, Laurette Onkelinx, ha anunciado la apertura de una investigación administrativa y judicial para aclarar los hechos, mientras la Policía ha iniciado una operación para dar con el paradero de los tres hombres.