QUITO.- El presidente Rafael Correa se apuntó el domingo una contundente victoria luego de que los ecuatorianos aprobaran por aplastante mayoría un plebiscito para instalar una Asamblea Constituyente, un plan por él impulsado con el fin de insertar a Ecuador en el "socialismo del siglo XXI".
"De parte del gobierno siempre responderemos con más democracia como lo hemos hecho este domingo", expresó Correa en el puerto de Guayaquil (suroeste), al celebrar el mayoritario apoyo para la Constituyente que redactará una nueva Carta Política, cinco meses después de haber sido electo presidente.
Una encuesta a boca de urna de la privada Cedatos-Gallup estableció que la instalación de la Constituyente logró el respaldo de un 78,1% de los votos frente a 11,5% en contra.
Escrutado oficialmente el 6,5% de las mesas, el "Sí" se imponía con el 84,1% de los votos contra el 10,6% del "No". Los votos blancos sumaban 0,6% y los nulos 4,7, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El socialista Correa, quien llegó a vincular su continuidad en el cargo al resultado de la consulta, busca con la iniciativa reforzar el poder del Estado sobre la economía en especial en los sectores petrolero y financiero.
Un 11,5% de los votantes se manifestó en contra de la Asamblea, mientras un 7,1% de los votos fue anulado y un 3,3% correspondió a papeletas en blanco, señaló Cedatos-Gallup. La encuesta nacional realizada entre 40.000 personas tiene un margen de error de +/- 2%.
Los resultados oficiales consolidados se conocerán en una semana. Los ecuatorianos deberán elegir entre octubre y noviembre a los 130 miembros de la Asamblea que redacte la nueva Constitución, cuyo texto sería sometido a referendo en 2008.
Correa aseguró que la aceptación del plebiscito no es un "triunfo de un solo hombre, sino de la patria" y descartó "la imposición de un modelo extranjero" ante las críticas que lo vinculan con su aliado venezolano, Hugo Chávez.
"Jamás permitiremos la imposición de un modelo extranjero. Como dijimos, el pueblo ecuatoriano aprendió a confiar en nosotros, se ha dado cuenta de que cumplimos", afirmó Correa en conferencia de prensa.
Tras admitir su derrota, la oposición advirtió que el proyecto de Correa "pondrá en grave peligro la democracia" y afectará la economía.
"La economía ecuatoriana va a estar catalogada por todos los organismos como la de peor empeño en América Latina. En cuanto a la democracia no hay lugar a duda de que está en grave peligro", dijo el ex mandatario Osvaldo Hurtado (1981-1984), dirigente de la Unión Demócrata Cristiana.
El gobierno aseguró que "sabrá ser humilde en la victoria y que llamará a todas las puertas a unirse en la lucha cívica por la Constituyente que rediseñe el país", según expresó el ministro de Interior, Gustavo Larrea.
Vistiendo un traje azul sin corbata, Correa aseguró antes de votar que pudo "defender y lograr el derecho de los ciudadanos a expresarse en las urnas", en contra de los opositores que intentaron torpedear la consulta.
Unos 9,2 millones de electores estaban convocados a pronunciarse sobre la Constituyente, tras una intensa campaña en la que Correa -el octavo presidente en una década de inestabilidad en Ecuador- fue acusado de querer concentrar los poderes al estilo Chávez.
Desde Caracas, el mandatario venezolano felicitó a su colega. "Un aplauso al presidente Correa, un aplauso de pie. ¡Viva Ecuador! ¡Viva Correa!", exclamó Chávez.
"Así avanzamos en América Latina, de victoria en victoria, de triunfo en triunfo. Son victorias políticas, morales, económicas y sociales", agregó.
El jefe de la delegación de observadores de la OEA, el chileno Enrique Correa, aseguró que "no tenía indicios" sobre irregularidades que pudieran incidir en el resultado tras la alerta del oficialismo sobre un posible fraude.
Correa prevé transformar la Constitución de 1998 para recortar los poderes del Congreso con el objetivo de destituir mandatarios, despolitizar tribunales y devolver al Estado un papel protagónico en la economía, aunque sin estatizar los medios de producción.
"Votaré por el sí para que haya la Asamblea del pueblo. Y le diré a todo sí en el gobierno de Correa, que nos ha ofrecido crédito para cultivar la tierra", dijo a la AFP José Chiguaiza, un agricultor indígena de 59 años, quien sufragó en Cangahua (80 km al norte de Quito).