BLACKSBURG, EEUU.- La placa recordatoria está cubierta de flores y una bandera de Estados Unidos, igual que las otras 32, pero el nombre grabado sobre la piedra provoca un estremecimiento: Cho Seung-Hui, el hombre que días atrás desató la peor masacre de la historia dentro de una universidad de Estados Unidos.
La piedra del estudiante surcoreano, criado en Estados Unidos, por ninguna razón en especial lleva el número 30 entre las 33 dispuestas en semicírculo en un sitio provisorio levantado en el centro de la universidad Virginia Tech para recordar la tragedia.
Cartas, fotos, ramos de flores y otros fetiches se acumulan junto a velas sobre cada una de las placas de piedra. Una fila de cientos de personas, junto a familiares, estudiantes y miembros de la institución, se congregaron el domingo para volver a despedir y rendir tributo a aquellos que murieron el 16 de abril bajo los disparos de Cho en un edificio cercano del campus universitario, antes que el joven asesino se suicidara.
Muchos se detuvieron frente a la placa de Cho para pensar sobre su horrible acción y leer cartas de perdón y buenos deseos a su familia.
"Seung Hui, espero que si alguna vez me encuentro con alguien como tú, tenga el coraje y la fortaleza para tenderle la mano", dice una firmada por David. "Te perdonamos como a nosotros nos han perdonado", dice otra, en tono cristiano, firmada sólo por las iniciales MEQ. "A la familia de Cho Seung-Hui: sabemos que están heridos también", dice otra.
Pero una carta a Cho -que dejó fotos y mensajes cargados de violencia, resentimiento y enojo, que fueron difundidos en televisión luego de la masacre-, es más desafiante: "Cho: has subestimado demasiado nuestra fortaleza, coraje y compasión... No has quebrado nuestro espíritu", escribe alguien que firmó "Erin T".