CIUDAD DE MÉXICO.- La Asamblea Legislativa de la capital comenzó el debate de una iniciativa para despenalizar el aborto en Ciudad de México, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad fuera del recinto ante manifestaciones a favor y en contra.
La discusión comenzó hoy con la petición de un legislador del partido conservador Acción Nacional (PAN) para que el dictamen fuera devuelto a comisiones, con el objetivo de realizar un nuevo análisis y en paralelo se permitiera realizar un referendo, como han solicitado algunos grupos católicos.
El voto se prevé favorable debido a que la asamblea es dominada por los impulsores de la despenalización del aborto.
Las manifestaciones que se desarrollaban afuera, tuvieron eco dentro de la asamblea, aunque a menor escala: diputados a favor y en contra colocaron pequeños letreros en sus curules con leyendas de "Aborto legal para no morir" y "Una opción es la adopción".
El proyecto establece reformas al Código Penal de la capital para permitir la interrupción del embarazo en las primeras 12 semanas de gestación y reduciría la pena a las mujeres que aborten después de ese tiempo.
De aprobarse, la capital mexicana se sumaría a Cuba, Guyana y Puerto Rico, los únicos lugares en América Latina y el Caribe donde está despenalizado el aborto.
"Siento rabia, impotencia ante tanto atropello hacia esos niños inocentes que quieren matar", dijo Isidora Durán, una española de 70 años que radica desde hace cuatro décadas en México y que se sumó a las manifestaciones en contra de la despenalización.
"El demonio está suelto en esta ciudad", consideró Durán, quien era parte de una veintena de personas que quedaron a unos pasos de la sede de la Asamblea Legislativa, cercados por decenas de policías locales que establecieron varios retenes en calles a la redonda.
El debate en torno al aborto se ha expresado en maneras tan distintas como anuncios pagados en diarios, mensajes televisivos, carteles en las calles, marchas y arengas desde los púlpitos. Incluso el Papa Benedicto XVI envió la semana pasada una carta a la Conferencia del Episcopado Mexicano para manifestar su preocupación por la iniciativa.
La polémica comenzó apenas unas semanas después de que esta misma asamblea aprobara las uniones civiles entre homosexuales en Ciudad de México, una metrópoli de más de ocho millones de habitantes y gobernada por la izquierda desde 1997.
Grupos conservadores han dicho que de aprobarse el proyecto, buscarán interponer un recurso de inconstitucionalidad para evitar que entre en vigor.
"Ellos tuvieron el derecho a la vida: su madre no los abortó. ¿Por qué no dan esa oportunidad a todos los bebés?", dijo Julio Salazar, un hombre de 43 años que se identificó como productor, y que se manifestaba a unos pasos de la señora española.
Una cuadra más allá de esa pequeña protesta, que era acompañada por jóvenes que tocaban una batería y cantaban, otras decenas de personas lanzaban consignas y alzaban leyendas tanto a favor como en contra.
"Sí a la cultura de la vida", "Voto por el derecho a decidir", se leía en pancartas que lo mismo levantaban hombres y mujeres de todas las edades.