BLACKSBURG.- Cho Seung-Hui, el estudiante sudcoreano que el 16 de abril pasado asesinó a 32 personas en la Universidad Virginia Tech y luego se suicidó, descargó más de 170 tiros en nueve minutos, de acuerdo a nuevos detalles sobre la masacre entregados por la policía.
El joven de 23 años encadenó las puertas de tres entradas del edificio Norris Hall, donde asesinó a 30 personas, entre estudiantes y profesores. Otras dos víctimas murieron dos horas antes en el dormitorio West Ambler Johnston ubicado al otro lado del campus.
El superintendente de la Policía de Virginia, Steve Flaherty, afirmó que hasta ahora los investigadores han recogido 500 piezas de evidencia, pero aún desconocen qué razones tuvo Cho Seung-Hui para llevar a cabo el sangriento ataque. "Discutimos acerca de posible motivos y teorías, pero todavía no tenemos ninguna evidencia que nos sugiera algo", sostuvo Flaherty.
Asimismo, los investigadores no han logrado determinar la relación que tenía el atacante con sus víctimas.
"Es frustrante porque vemos el sufrimiento de las familias y de la comunidad, y vemos que desean respuestas", agregó el policía.
Flaherty, quien supervisa al equipo que realiza la investigación sobre la masacre, dijo además que todavía no han logrado responder una de las preguntas claves del caso: Por qué el tiroteo comenzó en West Ambler Johnston y por qué la estudiante de 18 años Emily Hilscher fue la primera víctima.
En este sentido, la policía ha registrado los correos electrónicos y llamadas telefónicas de Hilscher, para hallar una vinculación.
Tampoco se ha hallado una relación entre Cho Seung-Hui y el estudiante de 22 años Ryan Clark, quien también fue asesinado en el dormitorio.
Algo que frustra el esfuerzo de los investigadores, es el hecho de que Cho Seung-Hui haya tenido contacto con tan pocas personas. Incluso su familia ha dicho que raramente lo escuchaban hablar. "Creo que lo que es más sorprendente para mí es que un joven de 23 años, que estuvo aquí por un tiempo, parece no haber conocido a nadie", aseveró Flaherty.
El superintendente de la Policía de Virginia finalmente advirtió que pueden transcurrir meses hasta que el caso esté cerrado.