LONDRES.- A pesar de que las autoridades británicas están revisando su envío a Irak, el príncipe Harry de Inglaterra reitera continuamente su deseo de desempeñar sus funciones en ese país y aseguró que no tiene "ningún miedo a morir", según publica hoy el "Daily Mail".
El número tres en la línea de sucesión al trono, de 22 años, discutió el asunto del envío a Irak con compañeros y amigos, y en las conversaciones fue "muy emocional", explicaron diarios londinenses.
Según ellos, Harry aseguró que el recuerdo de la trágica muerte de su madre, la princesa Diana, hace casi 10 años, le arrebató el miedo a arriesgar su vida en Irak. Sin embargo, sí teme por "los soldados que combatirían con él".
Concretamente, al joven príncipe le asusta que éstos puedan ser secuestrados o incluso asesinados "sólo porque él es famoso", añadió el "Daily Mail". Según sus allegados, eso permanecería en su conciencia durante el resto de su vida.
Ayer, el Ministerio de Defensa británico anunció que está revisando el caso y que en los próximos días informará si mantiene su decisión de enviar seis meses al joven príncipe como jefe de una unidad de exploración. El motivo de esta indecisión es la fuerte escalada de violencia que se produjo durante las últimas semanas en Irak.
Antes de que se decidiera enviarlo, Harry había amenazado con abandonar el Ejército si no se le permitía viajar a Irak con sus compañeros. El príncipe está siendo formado para una misión de exploración y sería responsable de una tropa de 12 soldados. La semana pasada murieron por primera vez dos británicos en misiones de ese tipo.
Según medios londinenses, los insurrectos ya ensayaron atentados contra el príncipe Harry en el sur de Irak. Concretamente, las autoridades militares británicas temen, según afirma el diario "The Times", que los atentados contra los británicos fallecidos la semana pasada fueran una prueba contra el príncipe Harry y sus compañeros.
El rotativo "Daily Mail", por su parte, indicó que la organización terrorista Al Qaeda puso un precio de 250.000 libras esterlinas (alrededor de un millón de euros o 1.366 millones de dólares) a la cabeza del príncipe Harry.
En tanto, el canal de televisión británico BBC especuló que el Ministerio de Defensa quiere llegar a un compromiso respecto al envío del príncipe Harry a Irak y no desea suspender su misión, porque esto sería una victoria propagandística para los rebeldes.
La familia real también parece preocupada dada la actual situación en Irak y quitó importancia a las declaraciones de Harry de abandonar el Ejército si no es enviado a Irak.
Por su parte, el Primer Ministro británico, Tony Blair, dijo ayer que el asunto no es cuestión del gobierno, sino de la dirección del Ejército. Sin embargo, afirmó que estaría "absolutamente encantado" si uno de sus cuatro hijos eligiera combatir junto a las tropas en Irak.