MOSCÚ.- El ministerio de Defensa de Estonia informó hoy de que comenzaron los trabajos para la exhumación de los restos de los soldados soviéticos enterrados en el centro de la capital estonia , Tallin, junto al desmontado Monumento al Combatiente Libertador.
Un portavoz del Ministerio estonio de Defensa citado por la agencia rusa Interfax indicó que "tanto la exhumación como la identificación de los restos se llevará a cabo de acuerdo con los acuerdos, normas y costumbres internacionales".
Antes de iniciarse las excavaciones se celebró un oficio religioso, en el que no participaron sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que se opuso la remoción de los restos de los soldados soviéticos del centro de la capital estonia para su posterior sepultura en un cementerio militar.
La noche de miércoles al jueves las autoridades estonia s desmontaron la estatua al Combatiente Libertador, erigida durante la ocupación soviética de Estonia en homenaje a los soldados del Ejército de la URSS caídos en el territorio del país báltico durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
El monumento de la discordia, conocido como el Soldado de Bronce, se encontraba en la céntrica ladera de Tinismiagui, donde yacen los restos de al menos trece militares soviéticos muertos en territorio estonio en combates contra las tropas nazis en septiembre de 1944.
La mayoría de la población autóctona estonia (67,9 por ciento) apoya el desmantelamiento del monumento, ya que considera que el Ejército soviético no liberó, sino que ocupó el país báltico durante medio siglo, tesis que rechazan los estonios de origen eslavo, que constituyen el 31,2 por ciento de población.
El Gobierno ruso calificó de "sacrílego e inhumano" el desmontaje del monumento en Tallin y amenazó con sanciones económicas al vecino país báltico, mientras el Senado instó al presidente ruso, Vladímir Putin, a romper las relaciones diplomáticas con Estonia .
Las dos noches posteriores a la retirada del Soldados de Bronce en la capital estonia se produjeron violentos disturbios protagonizados por centenares de jóvenes de origen ruso, en los que murió apuñalada una persona.
La policía estonia ha informado de que se han producido 60 heridos y de que cerca de 200 manifestantes han sido detenidos.
Una multitud enfurecida rompió anoche cristales, saqueó tiendas y volcó coches causando numerosos daños en el centro de la ciudad, donde el Gobierno concentró un gran número de efectivos policiales.
En varias ocasiones, la policía empleó cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes, que arrojaban piedras a los agentes y también protagonizaron varias peleas con grupos nacionalistas estonios.